En el actual contexto, el uso racional de la energía eléctrica reviste una importancia crucial debido a las limitaciones en la generación y distribución del servicio eléctrico que enfrenta el país. La crisis energética, agravada por la escasez de combustibles, las dificultades económicas y las afectaciones al sistema electroenergético nacional, exige una mayor conciencia ciudadana y una gestión eficiente de los recursos disponibles.