El 19 de mayo de 1895 cayó en combate, en Dos Ríos, José Martí, el Apóstol de la independencia de Cuba. La ruta funeraria, hasta descansar su cadáver en el Mausoleo del cementerio Santa Ifigenia, se extiende durante más de una semana. En San Luis descansaron sus restos por varias horas.
A pesar de los esfuerzos de los patriotas cubanos por recuperar del campo de batalla el cadáver de José Martí, aquel 19 de mayo de 1895, las tropas españolas lo impidieron y por ellas fue traslado por varios puntos del oriente cubano, hasta llegar al cementerio Santa Ifigenia en Santiago de Cuba.
Durante el traslado y en el lugar que hoy marca un obelisco construido en su memoria, fue depositado el apóstol por varias horas.
Inaugurado el 28 de enero de 1932 en el patio del viejo cuartel, hoy Museo 29 de Abril, el obelisco perpetúa la memoria colectiva de todo un pueblo. Años después, en áreas donde se esperó el tren que conduciría los restos del héroe hasta su destino final, la Logia Orden Caballeros de la Luz, patrocina otro monumento y la Sociedad de Instrucción y Recreo “Club de Leones”, incluye una tarja conmemorativa, en el hoy rincón martiano sanluisero.
Para Dalila Beatón Sánchez, museóloga de San Luis, es un orgullo contar de forma permanente el suceso a quienes se acercan en busca de toda la información y es que la historia de la Patria tiene en sus páginas una ruta funeraria que involucra varios puntos de la geografía oriental, San Luis entre ellos.
A 130 años de la caída en combate del héroe de la Patria, actuales generaciones perpetúan la memoria del hombre que vio en la unidad de los cubanos arma indispensable para ser libres.
