Tengo el regocijo por el Gran Premio diario durante una década, no entregado por ningún concurso, festival o convocatoria afín, porque no soy de esos que se estresan por quedar sin lauros en esas llamadas “competencias”, que en su mayoría, no reflejan lo que piden por minutos los oyentes.
Ahora, al calor de los 95 años de CMKC, la Dama del Éter, los premios recibidos se multiplican cada día, como tributo al esfuerzo en el seguimiento noticioso, la divisa fundamental de mi sección Rastreo Internacional, el desayuno que entrego a las seis y diez minutos de la mañana por la revista CON EL SOL, donde me esperan miles y miles de radioescuchas, no sólo de la provincia Santiago de Cuba, porque también los reportes de audiencias llegan desde Europa, Norteamérica y desde el sur de este continente.
Esto no lo entienden muchos colegas, al menos mis registros no son para llenar bolsillos, ni vagos expedientes, ni por la búsqueda de distinciones, ni mucho menos posición social, y es que sólo el hecho que te llamen, te pregunten en cualquier esquina o te feliciten por el último comentario, eso desborda los compromisos que tienes con el gran público heterogéneo que este 19 de los corrientes está de fiestas: los oyentes radiofónicos.
Recuerdo el error de una vicepresidenta del ICRT que intentó acuñar su tristemente frase célebre: “el mejor profesional será el que gane en los festivales y concursos”, y fue tanto que lo repitió a todas voces que me alejó de esas competencias que luego pusieron en ridículo a no pocos jurados por los kitchs premiados. Sólo el tiempo se encargó de la respuesta.
El punto de vista es muy polémico, pero en mi caso, opto por la ausencia ante esas competencias, ahora mejor remuneradas. Y la misma posición es compartida por varios colegas de la radio y la televisión en Santiago de Cuba. Realizadores que merecen todo el respeto por la calidad diaria de cada entrega, tanto en lo analógico como en lo digital.
Y es que una mayoría olvida quiénes son los oyentes, ése gran jurado muchas veces silencioso cuando desapruebas, aunque conozco los atrevidos quienes no escatiman una llamada de inmediato, porque no dijiste el nombre del entrevistado, alteraste alguna cifra o caíste en la cursilería con la llamada “frase clásica del periodismo cubano”: ¿qué significa para ti….?
Los oyentes están cada día más actualizados; teóricamente, deciden, no son esa masa irracional que usted quiera llevar a diestra y siniestra, porque son ellos capaces de elegir, discriminar, discernir y criticar con argumentos y ejemplos.
Por eso, estás comprometido a estudiar siempre, profundizar sobre más allá de la noticia, mejorar el olfato periodístico y darle el seguimiento informativo con nuevos recursos e interactuar con los oyentes.
Gracias a mis oyentes por tanto apoyo, por el seguimiento, sus críticas, sus desaprobaciones y hasta las propuestas de temas. Pronto nos reuniremos en un punto céntrico de la ciudad o de la provincia Santiago de Cuba, para evocar lo vivido en el éter y por dónde andamos en este difícil, pero no imposible camino en defensa de la imagen Cuba.
