Por Elier Pila Fariñas
El pasado 24 de febrero el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de la NOAA publicó un adelanto de su Reporte de Verificación, en el que se analiza tanto el comportamiento de los pronósticos emitidos por este centro, como el desempeño de los principales modelos de pronósticos de ciclones tropicales. Aunque un poco más adelante, posiblemente en el mes de abril, como es habitual, estas cifras serán más específicas cuando se publique el reporte completo, los errores medios de los pronósticos de trayectoria han sido los más bajos históricamente, lo que quiere decir que se estableció un record de precisión en los mismos.
En una temporada que fue más activa de lo normal, fueron emitidos 347 pronósticos, un valor ligeramente por encima del promedio anual desde 1990 a 2023 que es de 325, y que también da la medida de la actividad ciclónica, ya que responde lo mismo a una mayor cantidad de organismos y a que algunos de ellos sean “más longevos”. En los últimos cinco años, las temporadas de 2020 y 2023 superaron con creces esa cifra, con 597 y 446 pronósticos, la primera de ellas con la segunda cifra más alta de la historia, solo superada por 2005.
Los pronósticos de más de 72 horas fueron introducidos a partir de 2001 y aunque aquellos de 5 días (120 horas) han sido los que han tenido una mayor variación entre un año y otro, alternando mejoras y menor precisión, la tendencia ha sido a que estos errores sean cada vez más bajos. Como comparativa, en el 2024 los pronósticos de la posición de los ciclones tropicales para 5 días fueron más precisos que lo que eran hace poco más de 20 años, para 48 horas. Una mejoría similar se ve si se comparan los errores para las 72 horas (3 días) de esta temporada con los de inicios de este siglo para sólo 24 horas.

En la imagen anterior podemos ver como ha sido el comportamiento desde 1990 hasta la fecha y como a pesar de las variaciones y algunos años altos y bajos, se mantiene la tendencia (línea discontinua) a la disminución en los errores de posición.
Además de la habilidad de los especialistas, el aporte de las investigaciones y la mejora en las herramientas de modelación han permitido este proceso de acortamiento de los errores de trayectoria. Esta disminución en los errores pudiera implicar cambios en el cono de incertidumbre, ya que este se construye a partir del promedio de dichos errores en los últimos cinco años, por lo que quizás el cono “adelgace” algo.
Resalta este reporte preliminar, que la capacidad predictiva de los especialistas estuvo por encima de los modelos de pronósticos, incluso aquellos que se nutren de combinar varios de ellos. Ya anteriormente conversamos de cómo estos funcionan y de cómo nuevas tecnologías prometen poner en nuestras manos herramientas muy superiores, sin embargo aún están en desarrollo. Es que “el toque humano” va más allá de números y simulaciones, sumándole la experiencia y manteniendo una consistencia que hizo la diferencia también en este 2024, siguiendo una variación menor en las predicciones. Esta fue una buena noticia, luego que en 2023 estas cifras de errores estuvieran por encima de los de la última década.
Los pronósticos de intensidad… fueron otra historia diferente, ya que en 2023 si bien no había tenido los errores más bajos de la historia sí habían sido muy buenos, sobre todo en las primeras horas. Sin embargo, 2024 implicó un retroceso en esas cifras hasta las 96 horas (4 días), porque para 5 días los valores de error fueron comparables con los de 72 horas. Una característica de 2024 y que pudo contribuir a este resultado parcialmente negativo en los plazos más cercanos y positivo a plazos más largos, fueron los procesos de intensificación rápida registrados que ocurren en un corto plazo, casi el doble del promedio en los últimos 10 años. Basta mencionar el caso de Milton, para ilustrar el desafío que significa la predicción de dichos cambios. De igual manera el pronóstico de los especialistas estuvo por encima de los modelos individuales y aprovechando las capacidades de los mismos, “empujó” el límite de estas predicciones más allá, llegando por primera vez a pronosticar que un ciclón tropical potencial sería en 72 horas el huracán de gran intensidad Hèlène.
Y ya que hablamos de ciclones tropicales potenciales, en enero de este año, dicho centro anunció cambios en los criterios para clasificar como Ciclón Tropical Potencial aquellos organismos que tienen una probabilidad de formación alta y que representan un peligro para algún territorio. Actualmente se tomaba un plazo hasta 48 horas previas a la posible afectación, pero desde el 15 de mayo esta ventana se amplía a unas 72 horas. Esto puede implicar una mayor cantidad de áreas de interés designadas como tal, porque recuerde que no se trata de una categoría, como ya conversamos en una entrega anterior.
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