miércoles 27 agosto 2025

Fidel es inspiración para un futuro mejor

Tu partida física, Fidel, no es más que un tránsito a esa otra dimensión, desde donde sigues recordándonos que un mañana más próspero es alcanzable, pero que dependerá en mucho de la capacidad de resistencia y creatividad que se tenga, para lidiar con ese monstruo que acecha y nos molesta, solo a 90 millas al norte.

Es admirable observar a esa multitud que confronta las adversidades, que hace estremecer la escalinata de la universidad, las plazas y parques, y los sitios diversos de la nación, y cantan, bailan y se desplazan hasta Guantánamo, el occidente del país y el sur de la Sierra Maestra para reconstruir lo que huracanes o terremotos han devastado, y de paso asegurarse de que tus sueños, Fidel, continúan siendo los suyos, y no claudicarán ante cualquier intento de arrebatárselos.

Ocho años han pasado desde tu siembra aquí, en tu Santiago, donde nos adelantaste que mientras exista un Moncada, un presidio modelo, un exilio forzado, un Granma, una Sierra Maestra, un Pico Turquino, un primero de enero, una crisis de octubre, un Girón, tú estarás en la vanguardia, liderando la lucha junto a tu tropa.

Las urgencias son palpables, pero la desesperación no nos vencerá; las soluciones llegarán en su momento, a medida que el país se fortalezca y se recupere, lo que dependerá en gran medida de la contribución de todos sus hijos, al menos de quienes lo aman. En esto coincidimos la mayoría de los cubanos.

Tú nos inculcaste Fidel, que mientras haya un Goliat, habrá un David y tú estarás allí, en primera fila con tu honda, dispuesto a derrotarlo una y otra vez. Por eso, no has muerto: los niños de tu patria, las mujeres, los hombres, los soldados y la historia que moldeaste, jamás te dejarán morir.

Y los jóvenes saben que el porvenir que se está labrando desde hace más de 65 años les pertenece, aun cuando el trayecto restante esté plagado de obstáculos y desafíos. ¿Pues quién dijo que alcanzar la felicidad es tarea para los pusilánimes y holgazanes?

Nos enseñaste Fidel, al igual que Maceo, que la felicidad de un pueblo, cuando va de la mano con la libertad, se conquista, no se mendiga. Tú eres presencia constante, inmortalizado por las numerosas batallas libradas a lo largo de los tiempos y porque “la muerte no es verdad cuando se ha sido útil en la vida”.

En esa piedra que resguarda tus cenizas en el cementerio Santa Ifigenia, ahora compartidas por todos los cubanos, te protegeremos para que sigas guiándonos, asumiendo tu legado como propio, enfrentando con valentía e integridad al imperialismo que nos desprecia y esforzándonos por ese “mundo mejor que es posible”.

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Los juristas son, en principio, servidores públicos imprescindibles.
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Jornadas de trabajo intenso; en esta cobertura tuve la oportunidad de acercarme a personas revolucionarias y aman y honran la…
Joel @ No todo está perdido
abril 11, 2024 at 1:44 am
Son los jóvenes quienes, en mayoría, llevan el mayor peso del quehacer cotidiano del país. Así ha sido siempre. No…