“La donación de sangre en Cuba constituye una actividad trazadora que muestra el desarrollo del sistema sanitario cubano en sus diferentes etapas y es reflejo de la voluntad política del gobierno, el pueblo y sus instituciones”, así concluye un equipo de investigadores de la salud pública cubana integrado por: Pedro Sánchez Frenes, René Antonio Rivero Jiménez, Julia S. Pérez Piñero, Norma D. Fernández Delgado, Nereida Rojo Pérez, Luis Enrique Pérez Ulloa
Los resultados de tan valioso estudio lo reflejan en internet, tras una revisión la cual corrobora que ”durante la seudorepública se fundaron las primeras instituciones de salud para las donaciones y transfusiones de sangre, su administración se fundamentaba en las recolecciones provenientes de los donantes remunerados y familiares.”
Hoy, en Santiago de Cuba, la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) y los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) llevan la vanguardia en este gesto tan altruista y Humano, que confirma la naturaleza del sistema de salud pública y hacia donde se enfoca.
“Ya en el período revolucionario se logró un programa de sangre organizado e integrado al sistema de salud, por primera vez unificado y de alcance nacional, con la participación coordinada entre el personal del nivel primario de atención y las organizaciones sociales.”
Gracias a esta respuesta popular, porque “permitió el creciente y considerable incremento de la disponibilidad de sangre y el desarrollo de la medicina transfusional, las especialidades médico-quirúrgicas y la industria médico-farmacéutica cubanas. Además, se consolidó la práctica de donar sangre como un acto voluntario.”
Fidel Castro en 1970 colocó su brazo para donar sangre cuando los sucesos del terremoto de Ancash, Perú. Igual sucedió en repetidas ocasiones en más de sesenta años de Revolución .
En nuestro país el sistema de Salud Publica deja en claro que el Programa de Medicina Transfusional de Cuba garantiza la obtención y administración de sangre segura para todas las personas que la necesiten. Está integrado este programa de salud pública por la “Comisión Nacional de Medicina Transfusional, el Instituto de Hematología e Inmunología, servicios clínicos, bancos de sangre, centros de extracción fijos, unidades móviles, laboratorios para la certificación de la sangre y servicios de transfusiones en los principales hospitales”
Está el laboratorio “para el fraccionamiento del plasma y la obtención de albúmina y gammaglobulinas; otro para la producción de interferón leucocitario y factor de transferencia; y dos laboratorios para la producción de reactivos utilizados para la hemoclasificación y la detección de sangre infectada.”
El programa de donaciones de sangre en Santiago como en toda Cuba, parte de una necesidad desde los tiempos de paz, debido a que auxilia y previene los déficits en las instituciones de salud de la provincia.
Según relató a la Agencia Cubana de Noticias (ACN) Herman Fong, licenciado en Medicina Transfusional, “la importancia de la entrevista médica para detectar alteraciones en el organismo, de tipo alimenticias, del sueño, incluso algunas perforaciones o tatuajes recientes, es motivo de descarte para la donación.” Agregó el también Máster en Medicina Natural y Tradicional, que “luego de estudios concluyentes para detectar diferentes tipos de hepatitis y determinar la serología, la sangre de una persona sana podría salvar hasta cuatro vidas.”
Se trata de un programa de salud estratégico para Cuba, porque favorece muchas cosas, desde la investigación, hasta la respuesta ante cualquier desastre natural o no, por eso, aquí se enrolan “médicos hematólogos, inmunólogos, especialistas en laboratorio clínico y en medicina general integral, así como con otros profesionales que no son médicos, como bioquímicos, biólogos, licenciados en enfermería y otros técnicos de nivel medio y superior”, pero el papel rector lo tiene el Instituto de Hematología e Inmunología.
