Se cumplió el primer año del proceso de bancarización en Cuba, aprobado por la Resolución 111/2023 del Banco Central de Cuba (BCC), hoy en medio de fuertes debates sobre su implementación, por insuficiencias que continúan, pero en gran parte, también se promueven acciones de solución para encausar mejor su curso vital para el país.
Una de las criticas reiteradas cuando falta un mes y medio para el cierre del año, no es solo la falta de dinero en los cajeros, también son las roturas y la ausencia de estos dispositivos en varios municipios de la provincia Santiago de Cuba, donde otros territorios que si tienen, cuentan con uno o dos, pero no funcionan adecuadamente, de ahí una de las causas del embotellamiento por largas colas en cualquier punto de la ciudad cabecera.
Un principio se subraya desde la oficialidad, que si bien existe poca disponibilidad de dinero, “la situación hubiera sido peor de no iniciar la bancarización”. Esta es su primera y máxima importancia de un proceso que no es exclusivo para extraer dinero como muchos piensan. Y aquí van otras:
La bancarización es importante para lograr una gestión más eficiente del dinero, pues “ayuda a la creación de un historial crediticio en el caso de las personas que acceden a los productos bancarios y que tienen interés de obtener créditos”.
Valida porque”promueve el ahorro y constituye un importante mecanismo para respaldar el desarrollo de la economía, y reducir el uso del efectivo.”
Dígase de la bancarización cubana como uno de los procesos más vitales en la transformación digital de nuestra sociedad, porque permite y ayuda “reconformar todo un grupo de elementos que son parte del programa de estabilización macroeconómica del país y está asociado, entre otros elementos, al control de los niveles de efectivo en circulación, así como a la relación entre la masa monetaria en moneda nacional y en divisa.”
Cierto que la aplicación práctica de algunas medidas, tanto en Santiago como en el resto de Cuba, demostró en menos de un año, que “no estaban creadas todas las condiciones para la aplicación de este proceso”, porque “no solo se requiere de voluntad, sino también de inversiones”; así lo reconoció el propio Alberto Quiñones Betancourt, Vicepresidente del Banco Central de Cuba.
Inversiones en la adquisición de cajeros, por cierto, muy costosas hoy, como la gestión de sus piezas y accesorios, la formación de recursos humanos para el arreglo y mantenimiento.
Ahora bien, muchas violaciones se detectan en el pago en línea, dada la facultad –sin respaldo oficial-, que se dan en no pocas entidades estatales para no asimilar el dinero digitalmente, por ejemplo, a través, de las únicas dos pasarelas nacionales, Transfermóvil y Enzona, no asimiladas en muchas tiendas, agromercados, farmacias, tiendas de víveres, entre otros servicios vitales para la población cubana. Y en el caso peor, Enzona, objeto de engaños y robos como lo corroboran las notas publicadas en nuestros Medios.
La Empresa de Tecnologías de la Información para la Defensa (Xetid) busca mejorar y fortalecer la seguridad, además, de las opciones y servicios de EnZona, una pasarela con más de un millón de usuarios. En el caso de Transfermóvil, la efectividad es mucho mejor, porque hizo hasta más de 110 millones de operaciones mensualmente.
Otras de las acciones implican a Etecsa y los Joven Club de Computación y Electrónica en la habilitación y adiestramiento del uso de la web para la contratación. Inclúyase la identificación de las áreas de mayor concentración de actores económicos, donde están los mayores niveles de mercados agropecuarios, y la intervención positiva para buscar soluciones y no cerrar establecimientos porque no apliquen lo legislado, pero sí dejar resueltos los problemas en la bancarización, como la obligatoriedad en presentarle al cliente el código Qr y admitirle el uso de Pos o el pago por Transfermóvil o Enzona.
Hoy está aún por ver y confirmar un grupo de acciones estrictas para controlar mejor y “en el menor tiempo posible corregir las distorsiones que existen”.
El tema de la bancarización, lejos de agotarse multiplica diferentes visiones como hemos interiorizado en ellas en una serie de reportajes por esta web, pero no creo que se agota el debate, por el contrario, suma y multiplica en medio de fuertes contingencias energéticas, además, de asuntos claves como: por qué existen entidades morosas o quienes buscan no depositar a tiempo en el banco.
“Hay falta de exigencia y superficialidad en los controles realizados en cuanto a la revisión de documentos primarios y falta de fiabilidad de la información; el uso de cuentas bancarias personales para la actividad económica de su negocio, con el objetivo de burlar al fisco y transferencias desde cuentas corrientes hacia cuentas de ahorro para extraer efectivo.”, afirma el vicecontralor general de la República, Reynol Pérez.
Súmele el pago del transporte, los servicios diarios de panaderías, entre otras gestiones que integran un grupo de misceláneas que muchas veces son imprescindibles para cualquier persona, pero no hallan propuestas lógicas por parte de los decisores en un municipio o poblado.
Aquí tenemos en cuenta los más recientes y principales pronunciamientos sobre la bancarización, proceso que se desarrolla en Cuba desde la década de los años 90, pero se incrementó a partir de los canales electrónicos de pago, y qué dicen actores y gestores sociales, por ejemplo, desde el Presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez; Juana Lilia Delgado Portal y Alberto Quiñones Betancourt, presidenta y vicepresidente del Banco Central de Cuba, además, Mario Hernández Pastrana, director general de Informática del Ministerio de Comunicaciones y la viceministra de Comercio Interior, Inalvis Smith Luben, a propósito de la Resolución 111 y la 93.
