La prensa cubana siempre ha sido un importante pilar de nuestra sociedad, que se identifica por una elevada justicia social y supremos valores humanos, forjados, a través de una obra de gran magnitud y el influjo de grandes acontecimientos históricos precedentes.
Ahora ante si tiene un encargo social superior, teniendo en cuenta la situación de aguda crisis económica que enfrenta el país y la urgencia del concurso mancomunado de todos los actores de la sociedad.
Los análisis y debates que antecedieron la celebración del XI Congreso de La Unión de Periodista de Cuba, señalado para los días 2 y 3 de diciembre, han centrado su atención en un nuevo modelo para una gestión mucho efectiva de la profesión en los distintos medios.
Los profesionales de la prensa están conscientes del necesario fortalecimiento, en el que resalta su especial protagonismo, en razón de un mayor acercamiento con el pueblo, mediante la información esclarecedora y convincente de los procesos, y eso implica un ejercicio más osado, oportuno, veraz y profundo, lo que contribuirá a la credibilidad y confianza, de todo cuanto se hace con acento en los porqués y los propósitos de cada decisión.
De modo que se abre una etapa de mayor responsabilidad, no solo por los desafíos económicos, sino porque demanda, además, audacia, inteligencia, clara convicción y mucha identificación con lo que se defiende, ajustado a la verdad. Y, también, mayor responsabilidad porque siendo propulsores de la comunicación mediática, contemplada en la Ley de Comunicación Social, representa el compromiso de crecerse en materia de investigación, creatividad y agudeza en los trabajos con la trasparencia que exige la gestión gubernamental y la democracia socialista.
Los intereses y prioridades de la nación en momentos de mayor hostigamiento del bloqueo, devienen desafíos a la inmediatez con un enfoque acertado dentro de la ética profesional y, en consonancia, con las necesidades comunicativas de las audiencias, donde los problemas no estén ausentes de los análisis y las propuestas de soluciones.
La prensa cubana cumplirá su cometido histórico, porque su virtud se distingue por la plena identificación con el pueblo e indestructible lealtad a su obra.
