Miles de presidentes de todos los países han intervenido en la ONU desde su creación en 1945, pero Fidel marcó un hito. ¿Cómo olvidar las 4 horas y 29 minutos que discursó, el 26 de septiembre de 1960, durante su primera vez en ese órgano? Esa alocución le ganó un Premio Guinness a la más extensa pronunciada en esas salas y desde entonces se establecieron límites a las intervenciones.
Pero varios politólogos coinciden en señalar que lo realmente trascendental fueron las ideas que expuso el mandatario en la ONU, algunas que nunca se habían escuchado allí. Fueron cuatro intervenciones durante los 49 años de su mandato. En ellas abogaba por un nuevo orden internacional.
La primera vez en la ONU dijo: “Desaparezca la filosofía del despojo y habrá desaparecido la filosofía de la guerra. Desaparezcan las colonias, desaparezca la explotación de los países por los monopolios, y entonces la humanidad habrá alcanzado una verdadera etapa de progreso.”
En 1979 después de una amplia acogida del pueblo, Fidel expresó durante otra larga intervención: «Se habla con frecuencia de los derechos humanos, pero hay que hablar también de los derechos de la humanidad. ¿Por qué unos pueblos han de andar descalzos para que otros viajen en lujosos automóviles? ¿Por qué unos han de vivir 35 años para que otros vivan 70? ¿Por qué unos han de ser míseramente pobres, para que otros sean exageradamente ricos?”
La cuarta y última vez que el Comandante de la Revolución Cubana estuvo en la sede de New York fue en 1995 y apenas intervino por cinco minutos pero su mensaje fue contundente: “queremos un mundo de paz, justicia y dignidad en el que todos sin excepción alguna tengan derecho al bienestar y a la vida.”
Estas ideas aún guían el pensamiento progresista del mundo. De ahí que el estadista Fidel, en los corazones de muchos pobres de esta Tierra, haya ganado el récord a la más larga huella.
