Ni el sol abrasador, ni el frío intenso, ni el salitre que se adhiere a la piel, quebranta la voluntad de los trabajadores del petróleo para asegurarles a la economía y a la sociedad el sustrato que hace latir la vida cotidiana.
Desde las refinerías gigantescas hasta los carros-cisterna que recorren las carreteras de toda Cuba, los trabajadores del petróleo no se detienen ante nada para cumplir con su bregar.

Enaltecer la labor cotidiana de obreros y especialistas en la exploración, producción, refinación y distribución de combustible, constituye el propósito primordial por el Día del Trabajador Petrolero, que se celebra cada 1ro de julio recordando la intervención, en 1960, de la compañía norteamericana Esso Standar Oil, por parte del Gobierno revolucionario cubano.
No es justamente el oro negro lo que más vale en vísperas de este día, sino la consagración de los trabajadores de Cuba Petróleo que tienen como único propósito impulsar el desarrollo económico de la mayor de las Antillas.