Tan solo 6 meses separan la fundación del Cementerio Santa Ifigenia del Inicio de la Guerra de los Diez Años. No es de extrañarse entonces que en este museo a cielo abierto se encuentren los restos del Padre de la Patria y del Héroe Nacional.
Dada la fuerte representación católica imperante en Cuba, la construcción del cementerio estuvo marcada inicialmente por la tradición eclesiástica.
«Tenía una construcción en forma de galerías alrededor de todo el cementerio. Los nichos se alquilaban, se daban en gratuidad para los santiagueros de cierta posición económica porque todo el mundo no podía costear este tipo de entierro. La primera persona que se enterró fue una niña que se llamó Encarnación Ramos» así lo refirió Martha Hernández Cobas, Directora del Centro de Invterpretación del Patrimonio Funerario.
En sus primeros años la necrópolis solo servía de reposo para los católicos. La estructura primigenia es de cruz latina, encontrándose entre los primeros trasladados personalidades importantes de la sociedad civil y de índole religiosa.
Martha Hernández Cobas, Directora del Centro de Interpretación del Patrimonio Funerario también explicó que hubo una gran disputa con relación a dónde enterrar a las personas que no practicaban la fe católica. Debido a la presión de la Comisión Victor Hugo de libres pensadores dónde estaba Bacardí y Capdevila se logró adjuntarle al cementerio una franja de terreno para sepultar entonces a las personas que no practicaban esa fe.
Resultan llamativas las curiosidades que se refugian detrás del nombre del cementerio de Santa Ifigenia, tanto como su historia.
«El alcalde Camacho Padrón en las memorias de su gobernatura en 1917 dice: Y le puse el nombre al cementerio Santa Ifigenia». Ifigenia no está vinculado con la religión católica a diferencia de Efigenia. Ifigenia más bien se asocia con la mitología griega: se refiere a la hija que Agamenón intercambió con la diosa Artemisa a cambio de que los vientos soplaran a su favor en el combate» así lo comentó Martha Hernández Cobas, Directora del Centro de Interpretación del Patrimonio Funerario.
El monumento se alza como uno de los tesoros de la cultura y la historia santiaguera, y es lugar de peregrinación de pobladores y foráneos en fechas significativas.
El centro está compuesto por dos complejos: uno es el Cementerio Patrimonial Santa Ifigenia y otro es el Cenizario Los Sauces» así lo explicó Yanisel Nuñez Valdés, Subdirectora del Cementerio Patrimonial Santa Ifigenia.
La necrópolis transita por la elegancia en las líneas del neoclasicismo, la gran carga decorativa y la fuerza emotiva del eclecticismo, la simetría y elegancia del art decó hasta los códigos más actuales. La arquitectura del cementerio muestra una variedad de estilos tan diversos como nuestra cultura.
Las obras escultóricas personifican en su mayoría madonas, querubines y pasajes bíblicos, entre los que destacan el calvario y la crucifixión de CRISTO. Las figuras presentan una gran carga expresiva con rostros que van desde la tristeza y la aflicción hasta la reflexión y la serenidad.
Cada piedra, mármol o epitafio del Cementerio Patrimonial Santa Ifigenia tiene una historia que contar, desde Céspedes y Martí hasta Fidel son incontables los relatos que atesora este museo a cielo abierto.
*Fotos de internet