Los cubanas y cubanos hemos vivido muchos momentos históricos y el que acontecerá el próximo 26 de marzo, será de especial connotación, porque con soberano derecho, participaremos en las elecciones de diputados a la Asamblea Nacional, a contra pelo de todas las dificultades que actualmente afronta el pueblo.
Sucede que nuestra democracia es participativa, lo que significa que todos nos involucramos en las decisiones para el desarrollo del país, con plena libertad y derecho, y el momento que se avecina así lo demuestra. Al votar estaremos eligiendo a quienes integrarán la Asamblea Nacional, órgano supremo del poder del Estado.
Como señala la Constitución de la República es el único órgano con potestad constituyente y legislativa y la integran los diputados, elegidos por el pueblo, mediante el voto libre, directo y secreto. A la Asamblea Nacional corresponde la responsabilidad de decidir dentro de sus miembros al Consejo de Estado, órgano que la representa entre uno y otro período de sesiones, ejecuta sus acuerdos y cumple las demás funciones que la Constitución y la Ley le atribuyen.
Y es que la democracia cubana tiene en su esencia la participación ciudadana, que significa el derecho de todos a tomar parte en la construcción económica y social de la nación. Esta forma de democracia, que se apellida socialista, nos ha hecho invencibles, con independencia de todas las estrategias enemigas para aniquilarnos. Ante situaciones difíciles el pueblo se ha unido abrazado a su historia, he ahí a lo que llamamos, la fuerza de un país.
A las cubanas y cubanos nos corresponde resolver los problemas económicos que más nos afectan y eso no basta decirlo, se impone un proceder inteligente y sobrada voluntad, apegados a la Ley, con un cabal emprendimiento en la Décima Legislatura que se inicia. No existe otra forma de salir adelante, si no es con decisiones sabias, con iniciativas en el quehacer laboral cotidiano, con creatividad y confianza en nuestros representantes, a quienes siempre los alienta el ejemplo y las enseñanzas de nuestro Comandante en Jefe.
Si los científicos lograron las vacunas que nos libraron de la Covid y han encontrado cientos de soluciones para otros muchos problemas; si la Salud ocupa estándares destacados en el mundo; si la Educación ha logrado un nivel de instrucción extraordinario, si nos identifican por nuestra justicia social y como un pueblo de valientes, con vastos valores, a pesar del acoso imperial, de las amenazas, de las agresiones, de las miles de artimañas orquestadas en más de seis décadas, por dignidad nos toca responder con lealtad a la Patria y a Fidel.
