Contramaestre, Santiago de Cuba, 27 nov.— Con una vigilia cargada de profundo contenido patriótico y revolucionario, una representación de los habitantes de Contramaestre rindió tributo póstumo a Fidel Castro Ruz, líder histórico de la Revolución cubana, a cinco años de su partida física.
En décimas del poeta Premio Memoria Viva, Virgilio Estrada, fue recordado el paso significativo de Fidel por Contramaestre. Vinieron a la memoria colectiva sus visitas de infancia, el establecimiento en este territorio del oriente de Cuba de su comandancia, el desarrollo de la Batalla de Maffo, la construcción de obras sociales que luego inauguró como la presa Carlos Manuel de Céspedes y el Hospital General Docente Orlando Pantoja Tamayo.
En cantos de jóvenes intérpretes revivieron los sentimientos humanistas que impulsaron al genial líder a ponerse al frente de una campaña de liberación nacional. Rememoramos sus hazañas de hombre de ideas internacionalistas y antiimperialistas. Reconocimos la esencia revolucionaria, el legado de resistencia y voluntad férrea que nos legó.
La banda de conciertos amenizó la velada ejecutando clásicos de nuestra música de siempre como “Cuba que linda es Cuba” y “Siboney”. Los sentidos versos del Moncada “Ya estamos en combate”, ratificaron la convicción de continuar en pie de lucha frente a los intentos de someternos y confirmaron la disyuntiva asumida por el pueblo como fórmula de victoria: “Patria o Muerte, Venceremos”.
Un veterano trabajador de la cultura me confesó que había descubierto que Fidel no había tenido en su vida sino dos partidas. La primera hacia la victoria cuando zarpó del puerto de Tuxpan, México, un 26 de noviembre de 1956. La segunda, el 25 de noviembre de 2016 cuando partió hacia la inmortalidad.
Fue una noche invernal en Contramaestre, de esas en las que el calor de tantas almas, vigorizan y dan forma a esa fuerza alrededor del eterno guerrillero a la que solemos llamar fidelista