Santiago de Cuba, 13 sep.— El Carpintero Trabajador por Cuenta Propia, Leonel Salazar, residente en el Consejo Popular Oscar Lucero del municipio santiaguero de Mella, es protagonista de una historia excepcional, que solo puede ser fruto de hombres con la voluntad de ayudar a sus pueblos en situaciones difíciles.
«Vinieron la gente de la forestal y me hicieron la propuesta de ir a Santiago para aprender hacer sarcófagos y yo accedí y nos pasamos un día entero aprendiendo; desde entonces hago hasta once sarcófagos diarios en mi taller aquí en el patio de mi casa.
«Ha sido una experiencia ‘negativa’ porque no deberíamos tener esta necesidad pero hay muchos casos de Covid-19 en Mella y hasta ahora unos cuantos muertos, lo positivo es que aprendí algo nuevo que nunca en la vida pensé hacer y eso siempre es bueno».
Sin embargo, la decisión del carpintero Leonel no ha estado excenta de hechos que pudieran disuadirlo, pero se mantuvo firme cuando le tocó explicarse a su familia, e igualmente cuando a los vecinos que aún no estaban acostumbrados a la llegada repetida del coche fúnebre en busca de ataúdes, causó mala impresión, susto y hasta llantos, algo comprensible por el momento que vive el país, la provincia y el propio territorio.
Lo cierto es que los servicios necrológicos del municipio de Mella cuentan con una disponibilidad diaria de 12 sarcófagos, para dar repuesta a la necesidad local y a la indicación de la instancia provincial, que exige autosostenibilidad en ese recurso, al que ninguna familia quisiera acceder, pero que causa mucho dolor cuando es necesario y hay que esperar porque no está.
