La Habana, 2 sep.— El protocolo implementado en Cuba ante la COVID-19 es único, en comparación con las prácticas de otras naciones, afirmó Ileana Morales Suárez, directora de Ciencia e Innovación Tecnológica del Ministerio de Salud Pública (MINSAP).
En una entrevista realizada por Cubadebate, la especialista se refirió a las singularidades del protocolo del sistema de salud cubano para hacer frente a la pandemia, el cual tiene tres etapas: prevención, diagnóstico oportuno y atención a convalecientes.
Explicó que los protocolos de otros países empiezan en la parte terapéutica, pero en Cuba se comienza con la prevención.
Qué hacemos con los grupos vulnerables, con los grupos de riesgo, qué hemos hecho con intervenciones completas con Prevengho-Vir (medicamento homeopático), con biomodulina (inmunomodulador biológico de origen natural) en los ancianos, con las embarazadas, argumentó.
La práctica cubana empieza por el diagnóstico oportuno, añadió, luego tiene un núcleo central que es la terapéutica y tiene un tercer protocolo, el de atención a los convalecientes. Son tres etapas del protocolo, los tres realizados con el mismo rigor científico, puntualizó.
Afirmó que como el que tiene Cuba no se ha visto en ningún país, como tampoco se ve que posean un protocolo particular para los recuperados.
La especialista destacó el papel de la atención primaria de salud encabezada por los médicos y las enfermeras de la Familia, quienes tienen la responsabilidad de coordinar y conducir la pesquisa activa, así como de captar y dar seguimiento al paciente recuperado de la enfermedad.
Ese pelotón, ese grupo, a mi juicio, es quizás de lo más significativo que ha tenido toda esta batalla, dijo, y se refirió también al trabajo de los epidemiólogos de campo, junto a todos los equipos de centros provinciales y unidades de Higiene y Epidemiología, los centros municipales, y el personal de laboratorio.
Mencionó el importante papel de las otras especialidades, específicamente la pediatría, ya que en Cuba se presta especial atención a ese grupo etario, que generalmente es asintomático.
Cuba lo puede hacer porque tiene un sistema de atención primaria sólido que abarca al 100 por ciento de la población y tiene proyección comunitaria, y porque a nivel de un municipio puede tener las distintas especialidades, sentenció.
