Santiago de Cuba, 3 ene.— Luego de 20 días de haber iniciado la zafra azucarera, Santiago de Cuba presenta un ligero atraso provocado por la inestabilidad industrial y las lluvias de los últimos días del año.
No obstante, se trabaja en el diseño de estrategias para la recuperación, según conoció el Vicepresidente del país Salvador Valdés Mesa, en recorrido por los tres centrales del territorio que participan en la presente contienda.
Acompañado por las principales autoridades de la provincia y especialistas de AzCuba, visitó el ingenio Paquito Rosales, del municipio San Luis, el Julio Antonio Mella, del municipio del mismo nombre y el central Dos Ríos, de Palma Soriano. Entre todos deberán completar un total de 88 mil 196 toneladas de azúcar en un plazo de 136 días.
El monitoreo digital nacional del estado y rendimiento de los centrales, ha arrojado cifras de poca molida que deben ser corregidas desde la cosecha y con el concurso de los propios trabajadores:
«Lo que nos falta en los recursos objetivos, logísticos, financiamiento y materia prima, hay que ponerlo en el extra de los trabajadores», afirmó Valdés Mesa en intercambio con directivos y trabajadores, sobre los desafíos del programa azucarero en Cuba, desarrollado en un contexto internacional de tensiones económicas y financieras.
Comentó además que de cara al 2030, se trabaja en el aprovechamiento óptimo de las materias primas para obtener bebidas destiladas, bioenergía y alimento porcino. Asimismo se evalúa la sustitución de importaciones, fundamentalmente de aceros, resinas, tuberías y fertilizantes.
A propósito, el Vicepresidente visitó la Planta de Biofertilizantes de Palma Soriano que, una vez inaugurada, entregará al país 43 toneladas de Gluticid, 3600 litros de Bioenraiz y 2400 litros de Nitrofix.
«No se puede quedar la producción azucarera solo en la historia y la cultura», expresó Valdés Mesa al referirse a la tradición de la Isla como país azucarero que apuesta por el rescate de su industria, como un sector estratégico para el desarrollo.