Cuando en tiempos tan difíciles por los que atraviesa el mundo debido a la fatídica pandemia por Covid-19, la ciencia cubana continua dejando huellas de esperanza; mientras se construye a base de esfuerzo un futuro más próspero para todos, ráfagas de violencia y odio, generadas a 90 millas, logaron avispar durante los últimos días el ímpetu de un país al que, ciertamente, le queda por enfrentar difíciles retos pero no imposibles, sobre todo si cada cubano logra “definir” de qué lado pesa más la verdad ante el contexto epidemiológico y económico que vive la isla.