La medicina cubana salva vidas y la autorresponsabilidad… también

Santiago de Cuba ha vivido durante los últimos tres meses una compleja situación epidemiológica debido a la Covid-19, pero como dice el título de este reportaje la medicina cubana salva vidas también.

Santiago de Cuba, 7 mar.— Santiago de Cuba ha vivido durante los últimos tres meses una compleja situación epidemiológica debido a la Covid-19, pero como dice el título de este reportaje la medicina cubana salva vidas también.

La historia de Yeilan, Ana y Ernesto son de esas que sorprenden cuando se reconoce el esfuerzo del personal de salud y los científicos cubanos acompañados por la voluntad política de las autoridades del país.

flia covid 1
Foto: Autora

“Cuando supe que era positiva a la Covid 19 sentí mucho miedo”, fueron las primeras palabras de la jovencita Yeilan Pupo Almaguer de apenas 12 años de edad residente en el municipio Mella. “Mi primer impacto fue por mi hermanita de 2 años. Yo siempre estoy con ella; soy yo quien la baño, le doy de comer, la peino y siempre estoy con ella. Cuando mi mamá me avisó a las dos de la mañana que era positiva no pude dormir más pensando en mis abuelos, en mis compañeritos de aula, en mi maestra y sobretodo en mi hermanita. No quería pensar que ellos también estuvieran contagiados por haber tenido contacto conmigo”.

“Fue un momento muy difícil para todos nosotros. La niña, fue la primera positiva en el municipio Mella y nosotros también nos contagiamos con la Covid-19. Pensé enseguida en mi familia: mi hija, mi esposo y mis nietas; todos contagiados», así nos cuenta la abuela de Yeilan, Ana Peña mientras el balance calmaba sus nervios. “Imáginate. Temprano nos llevaron para el centro de aislamiento. Allí recibimos todas las atenciones por parte del personal de salud y de los voluntarios que estuvieron con nosotros».

Por su parte, Ernesto Almaguer Noguerol, esposo y abuelo en esta familia santiaguera, nos cuenta sus impresiones tras padecer la Covid-19.

“Yo digo que es la enfermedad del silencio. Nosotros fuimos asintomáticos hasta el último momento. Nos contagiamos porque la suegra de mi hija salió positivo. Al día siguiente aíslan a mi hija y a su esposo, y la primera en salir fue mi nieta mayor. Me quedaron solamente mi hija chiquita y la nietecita más pequeña. Todo fue un proceso muy rápido”.

“En medio de este proceso, la atención de los médicos fue rápida por lo que tuvimos la suerte de no contagiar a ningún compañero de trabajo ni vecino. Hubiera sido lamentable que eso sucediera. Imagínate, yo atiendo 29 trabajadores en la finca agroforestal Elocho de Mella y desde que salí de esto le insisto a todos mis trabajadores en la necesidad de mantener la distancia y las medidas que orientan en la radio y televisión. Sin embargo, todavía hay mucha indisciplina en las calles. Mientras saborea el aroma de un café vespertino. Las personas no entienden que la Covid-19 es una enfermedad que mata, que no avisa, y es precisamente eso lo más peligroso de esta ella. La mejor vacuna que tenemos nosotros ahora mismo es el uso del nosobuco y esa es la que debemos tener todos”.

flia covid 2
Foto: Autora

“A todos nos quedó secuelas de la Covid-19. Mi esposo y yo tenemos tratamiento por más de seis meses debido a una afectación en el ventrículo derecho del corazón. En ocasiones sentimos que perdemos ligeramente la memoria y todavía estamos sobrepasando los malestares del cuerpo por esta enfermedad. Sin embargo, hasta ahora, no nos falta la medicina ni la visita todos los días del médico de familia”, refiere una vez más la abuela.

“Ojala y todos los países tuvieran una atención de salud como el nuestro, pero esto es Cuba, periodista, estamos en Cuba’, afirma Ernesto con orgullo.

“No sé qué sería de mi familia en otro país y con esta enfermedad. Yo agradezco mucho a los científicos, a los médicos, a nuestro presidente Díaz-Canel por todo lo que hacen no sólo por las personas enfermas de Covid-19, sino también porque el pueblo tenga conciencia del peligro que corre con esta pandemia. Nuestro sistema de salud es único y por eso van nuestros aplausos desde casa”, enfatiza Ana.

“Si las personas comprendieran que protegiéndose también cuidan a su familia hoy Santiago de Cuba no tendría tantos casos con la Covid-19. Es por eso que yo no salgo; evito todo contacto con las personas en la calle y aun así, mantengo las medidas en casa. Mis abuelos y yo no nos quitamos la mascarilla si no es para comer o bañarnos y con mi hermanita chiquita, hum…… con ella si no quiero pensar que pueda sucederle lo mismo que a mí. Por eso también la cuido a ella, porque yo la quiero mucho”, sonríe entre lágrimas la jovencita Yeilán balanceándose en su asiento favorito.

A esta pequeña, le agradezco su conversación inteligente y pausada, por haber permitido que, justamente el día de su cumpleaños número 12, su experiencia con la Covid-19 no se quedara en historia más por leer. “Antes jugaba con mi hermanita a ser doctora. Ya sé que eso es lo que quiero estudiar cuando sea grande. Quiero salvar vidas también”

Tal vez la vida nos devuelva la dicha de contar con ella en el ejército de batas blancas que hoy dedican horas interminables a tener fe en la vida y a buscar desde la ciencia nuevas soluciones.

Historias como las de Ernesto, Ana y Yeilan nos hace pensar en cuanto le debemos a nuestros científicos ahora que los candidatos vacunales de ensayos clínicos Abdala y Soberana 02 están próximas a iniciar su tercera fase, lo cual podría ser la noticia del momento para Cuba y la región, pero hasta que logre materializarse en la inmunización de todo el pueblo, llamarnos a la autorreflexión y actuar con prudencia ante el peligro, la autorresponsabilidad y lo que representa la Covid-19 para nuestras vidas, será en todo momento la mayor garantía.

 

 

Autor

Destacadas
Comentarios
Jornadas de trabajo intenso; en esta cobertura tuve la oportunidad de acercarme a personas revolucionarias y aman y honran la…
blank
Joel @ No todo está perdido
abril 11, 2024 at 1:44 am
Son los jóvenes quienes, en mayoría, llevan el mayor peso del quehacer cotidiano del país. Así ha sido siempre. No…
El secretismo no es política de estado, sin embargo, hay directivos en entidades que lo practican...
Hay que adelantarse a los acontecimientos. La ingenuidad en la comunicación, cuesta.
0 0 votes
Article Rating
Subscribe
Notify of

0 Comments
Inline Feedbacks
View all comments
0
Would love your thoughts, please comment.x
()
x