Santiago de Cuba, 9 nov.— Todo parece indicar que las nuevas batallas se libran en las redes sociales digitales. Cual campo de guerra se disparan noticias que manipulan la realidad cubana, nuestras leyes e intentan confundir a más de uno.
No es la primera vez que se hace, es un guión ensayado desde Estados Unidos en países como en Libia, Kirguistán, Venezuela, Nicaragua y Ucrania, entre otros. Pero las revoluciones de colores o golpes blandos solo han generado muertes y violencia en las naciones donde se ha vivido.
En Cuba se pretende una repetición, por eso convocan a una supuesta marcha pacífica por derechos democráticos. La misma viola lo establecido en la Constitución pues nada que atente contra el sistema socialista cubano tiene amparo de la ley máxima de la República, que aprobó el 86 por ciento de la población. Además sabemos que de pacífica no tendrá nada pues hasta en sus imágenes promocionales incluyen el boicot de carros de policías el 11 de Julio pasado.
De ahí que por estos días circule una convocatoria en las redes sociales a los revolucionarios a enfrentar la ofensiva mediática de la contrarrevolución en este escenario y defender las razones de nuestra lucha por conquistar toda la justicia sin intervenciones extranjeras ni lacayos pagados que secunden acciones encubiertas desde dentro.
Ningún cubano digno quiere que se le perturbe la tranquilidad ciudadana con que vivimos por provocaciones a la Revolución como se pretende. Cuando nuestro país se apresta a abrir sus fronteras y ha reiniciado el curso escolar como síntoma inequívoco de un paso hacia la normalidad, nada debe impedir nuestra alegría.
