Santiago de Cuba, 5 ago.— Muy joven procedente de España donde nació llega a Cuba Rosario Garcia Calviño en busca de mejoras económicas como solia suceder con muchos de sus coterráneos en aquella epoca, pero aquí la esperaba el amor e innumerables pruebas que la vida le puso para comprobar su sólido carácter y determinación.
Rosario contrajo matrimonio con Francisco País Pesqueira reverendo de la iglesia bautista del poblado de El Cobre y de cuya unión nacen sus tres hijos, Frank, Agustin y Josué. Sin embargo practicamente tiene que encargarse sola de la educación y formación de estos al fallecer su esposo, lo que la hizo crecerse como mujer y madre.
Tuvo el privilegio de que su prole la respetara y de haber inculcado en ellos valores que le hicieron merecer el aprecio de todos los que les conocieron, al involucrarse sus muchachos en las actividades revolucionarias de forma clandestina ella sentía el sobresalto lógico de una madre ante el peligro que ellos corrian pero según contaba comprendia que era necesaria esa lucha.
Doña Rosario como la bautizaron sus conocidos y el pueblo de Santiago de Cuba que la vio empinarse siempre por adversas que fueran las circunstancias sufrió al caer su hijo más chico Josué y al mes su hermano Frank sin embargo no flaqueo, sobreponiéndose al dolor le dijo al esbirro Salas Cañizares: «Mataron a Josué y a Frank, pero queda su mamá».
Al triunfo revolucionario Doña Rosario se destacó en las actividades de las organizaciones de masas, proyectos culturales con los pioneros relacionados con el Amor a la Patria, fortalecimiento de valores y siempre estaba rodeada de ellos en su humilde hogar a quienes solia hablarle de sus hijos y lo imprescindible de estudiar, preparase para la vida y defender su país.
Un dia como hoy en 1977 partió Doña Rosario Garcia a la inmortalidad dejando una historia de Amor y Combate. Fidel Castro, el lider histórico de la Revolución la calificaría como una madre espartana, con un amor infinito por la Revolución por la que sus hijos Frank y Josué derramaron su sangre.
