Cada primer jueves de noviembre, el mundo celebra una efeméride que, aunque reciente, resulta vital en la era tecnológica: el Día Mundial de la Preservación Digital. Esta fecha busca concientizar a la población global sobre la importancia de proteger y conservar el patrimonio digital de la humanidad, ese enorme universo de información, cultura y conocimiento que cada día se produce y almacena en formato electrónico.
Desde archivos históricos digitalizados hasta fotografías, obras artísticas, documentos científicos, audiovisuales o publicaciones en redes, el patrimonio digital forma parte esencial de la memoria colectiva contemporánea. Sin embargo, gran parte de ese contenido corre el riesgo de desaparecer por obsolescencia tecnológica, pérdida de datos o falta de políticas de conservación adecuadas.
Los expertos advierten que la preservación digital no solo depende de guardar la información, sino de mantenerla accesible, comprensible y utilizable en el futuro. Es decir, conservar los formatos, los programas y los sistemas que permitan seguir interpretando esos datos dentro de décadas.
El Consejo Internacional de Archivos (ICA) y la UNESCO promueven esta efeméride como un llamado a gobiernos, instituciones, universidades y ciudadanos para proteger la herencia digital de la humanidad.
La digitalización masiva de documentos históricos ha permitido democratizar el acceso a la información, pero también ha generado nuevos desafíos sobre cómo conservarla sin perder su autenticidad y contexto original.
En una sociedad donde cada segundo se crean millones de datos, la preservación digital se convierte en un acto de responsabilidad cultural y ética.
Los archivos digitales son hoy tan valiosos como los manuscritos antiguos o los monumentos históricos. Sin embargo, a diferencia de estos, pueden desaparecer sin dejar huella si no se aplican estrategias de respaldo, migración y almacenamiento seguro.
El desafío está en construir una cultura global de cuidado digital, donde la tecnología sirva no solo para innovar, sino también para proteger la historia que estamos escribiendo en tiempo real.
El Día Mundial de la Preservación Digital nos recuerda que la memoria de la humanidad también habita en los archivos digitales. Y conservarla es garantizar nuestro derecho a la información, a la identidad y a la historia.