El atletismo cubano vivió una jornada histórica al colgarse dos medallas de oro en pruebas de obstáculos, demostrando una vez más la calidad de sus deportistas en el escenario panamericano. Oleisy Ferrer en los 3000 metros y Yander Herrera en los 110 metros con vallas fueron los protagonistas de una tarde de gloria para la delegación antillana.

Parece un titular increíble, pero es tan real como la alegría de Oleisy Ferrer al pasar la meta y saberse ganador. Un cubano es oro panamericano en 3 mil con obstáculos, una de las pruebas de menos tradición en el atletismo nacional.
Aun cuando el caribeño llegó a Asunción con la mejor marca entre los 13 corredores inscritos, el oro parecía un sueño solo posible con mucha concentración y trabajo duro. Sin embargo, Oleisy salió a buscarlo desde el principio, incluso más cuando a falta de cinco vueltas se alejó del grupo y tomó la punta de la carrera.
El premio fue un nuevo récord panamericano de 8:54.20, superior a su crono histórico de 8:43.23 pero más que suficiente para él. Su oro es un paso gigante en un camino labrado a golpe de sacrificios y constancia.

Fiel a la tradición de la escuela cubana de vallas, Yander Herrera subió a lo más alto del podio en los 110 metros con obstáculos, aunque fue necesario esperar al foto finish para la celebración antillana.
La competencia fue tan cerrada, que el medallista de plata, el brasileño Thiago dos Santos, llegó con 13.61 s. El granadino Isaiah Patrick entró tercero con 13.73 segundos.
Tras cruzar la meta, un exaltado Herrera explicó los momentos de tensión de la final: “Tuve problemas en la arrancada y además el corredor de al lado me chocó. Eso me hizo perder un poco el ritmo, pero pude recuperarme y apretar al final”, explicó el criollo casi sin recuperar el aliento.
Yander asegura que participar aquí como uno de los mejores vallistas de su edad actualmente en el mundo no lo presiona, aunque reconoce que debe trabajar aun más para controlar su peso. Es un desafío esencial para cumplir otra meta a corro plazo: cerrar el 2026 con una marca por debajo de 13.30 s.
En esta final también compitió por Cuba el jovencito Deivi Rodríguez, séptimo con registro de 14.22 s.
Con estos resultados, Cuba consolida su poderío en las pruebas de fondo y vallas, dejando en alto el nombre del atletismo caribeño con actuaciones de gran corazón y técnica.