sábado 19 julio 2025
Crónica de una época escrita con tiza, gomas y caracoles

Hubo un tiempo en que el mundo cabía en una acera. 

En que el verano olía a goma elástica y a hierba recién cortada. 

En que el tesoro más preciado no era el oro, sino una bolsa de canicas de colores. 

Los juegos de la infancia eran el primer idioma de la libertad. 

No necesitaban pilas, ni Wi-Fi, ni instrucciones. Solo reglas sencillas —cantadas en corro—,  y manos dispuestas a mancharse de tierra. 

La calle era nuestra catedral.

Allí, el combo tejía ritmos con pies ágiles y rimas heredadas.

Y las canicas.. ¡Oh, las canicas! 

Cristalinas como lágrimas de sirena, ágatas que guardaban el sol. Agachados sobre la tierra, soplábamos el polvo antes del disparo. El triunfo no era ganarlas, sino escuchar ese clic perfecto cuando tu bolita de vidrio besaba a la otra. 

Los juegos tenían geografía y meteorología propia:

El escondite al anochecer, cuando las sombras alargaban el miedo y la emoción.

La tacha dibujada con tiza azul: un viaje de tierra (1) al cielo (10).

Las chapas (latas de refresco aplastadas) corriendo como fórmula 1 sobre circuitos de baldosas.

Y el famoso fútbol ¿dónde lo dejamos?. Ese era el momento para que el dueño de la pelota jugará con nosotros y que sin querer dañáramos la casa del vecino de Golazooooo.

Éramos ingenieros de lo efímero: 

Construíamos fuertes con sábanas y almohadas. Transformábamos una caja de cartón en nave espacial. Una manguera de verano era la gran catarata del Nilo. 

Hoy pienso y me pregunto ¿Dónde quedaron todos esos juegos? ¿Todavía recuerdas los Juegos de tu Infancia?

Los juegos de antaño no se apagaron. 

Solo emigraron al país de la memoria, donde seguimos siendo invencibles con una espada de madera, libres en una bicicleta sin frenos, e inmensos en un columpio que tocaba las nubes.

Destacadas
Comentarios
Los juristas son, en principio, servidores públicos imprescindibles.
Saludos desde México. La cultura de la previsión así como la calidad en el trabajo ayuda a los pueblos de…
Jornadas de trabajo intenso; en esta cobertura tuve la oportunidad de acercarme a personas revolucionarias y aman y honran la…
Joel @ No todo está perdido
abril 11, 2024 at 1:44 am
Son los jóvenes quienes, en mayoría, llevan el mayor peso del quehacer cotidiano del país. Así ha sido siempre. No…