El 15 de septiembre de 1988 marcó un día de profunda emoción y dignidad para el pueblo cubano: el regreso a la Patria del Héroe de la República de Cuba, Orlando (Aurelio Jorge) Cardoso Villavicencio, tras casi once años de injusto encarcelamiento en Somalia.
Joven oficial de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, Cardoso Villavicencio fue hecho prisionero en 1978 durante la misión internacionalista en Etiopía. Su resistencia fue ejemplo de firmeza revolucionaria: nunca se doblegó ante el aislamiento, la presión psicológica ni las difíciles condiciones a las que fue sometido.
Su regreso a Cuba, aquel 15 de septiembre, se convirtió en un símbolo de lealtad, entereza y compromiso con la causa internacionalista que ha distinguido a los combatientes cubanos en diferentes latitudes.
Hoy, al cumplirse 37 años de aquel emotivo retorno, recordamos no solo al combatiente que enfrentó la adversidad con honor, sino también al hombre que hizo de su vida un ejemplo de fidelidad a la Patria, al socialismo y a la dignidad humana.
Su historia continúa inspirando a las nuevas generaciones de cubanos, que ven en él un testimonio vivo de la fuerza moral de un país pequeño en tamaño, pero inmenso en principios.