Ramala, 23 ago.— La Organización para la Liberación de Palestina (OLP) denunció hoy el robo del patrimonio nacional histórico por parte de Israel y llamó a la Unesco a asumir sus responsabilidades ante esas violaciones.
Ali Abu Zuhri, miembro del Comité Ejecutivo de la OLP, criticó la reciente decisión de las autoridades de ese país de declarar israelíes a 63 sitios arqueológicos palestinos ubicados en la ocupada Cisjordania.
El también presidente del Comité Nacional Palestino para el Patrimonio Tangible e Intangible destacó que desde 1967 a la fecha los sucesivos gobiernos israelíes confiscaron más de dos mil 400 sitios arqueológicos.
Tales acciones representan un delito cultural y una flagrante violación del derecho internacional, en particular la Convención de La Haya de 1954 para la Protección de los Bienes Culturales en caso de Conflicto Armado, apuntó.
También contraviene la Convención de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) de 1970 sobre la Prohibición y la Prevención del Tráfico Ilícito de Bienes Culturales y la Convención del Patrimonio Mundial de 1972, subrayó.
Entre los sitios citó la histórica ciudad de Sebastia, con más de cinco mil años de antigüedad.
Consideró que los intentos “de la ocupación de destruir estos monumentos y falsificar su identidad constituyen las formas más peligrosas de apropiación y robo cultural”.
Abu Zuhri instó a la Unesco y a otras organizaciones internacionales y de derechos humanos a asumir sus responsabilidades legales y morales para enfrentar ese crimen.
No es posible conformarse con meras condenas formales, es necesario adoptar medidas prácticas y eficaces para garantizar la protección de los sitios arqueológicos palestinos contra la confiscación, afirmó.
Esta semana el Instituto de Investigación Aplicada de Jerusalén (ARIJ, por sus siglas en inglés) denunció el hecho.
Señaló que el gobierno de Benjamin Netanyahu declaró esas 63 zonas como “áreas a proteger y preservar”, una medida utilizada para controlar vastas franjas de territorio palestino.
Luego, las autoridades de ese país convierten muchos de esos espacios en colonias, puestos de avanzada, emplazamientos militares y zonas turísticas o recreativas, cuyo uso está restringido a israelíes, subrayó ARIJ en un informe titulado “Sitios arqueológicos en la gobernación de Nablus: un ámbito abierto para los planes de confiscación israelí”.
Explicó que en esa gobernación fueron declarados israelíes 59 sitios arqueológicos, tres en la de Ramala y Al-Bireh, y otro más en la de Salfit.
Tales acciones no son meramente una medida administrativa o legal formal, sino más bien parte de una política sistemática destinada a confiscar el patrimonio palestino y remodelar la identidad cultural para servir a la narrativa israelí, alertó.
Al respecto, resaltó que la mayoría de ellos están ubicados cerca de colonias israelíes u otros sitios similares.