Washington, 20 ago.— El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y los republicanos, se enfrentan hoy a un desafío abrumador porque en medio de sus políticas extremadamente impopulares, se preguntan cómo preservarán el poder, advirtió una publicación.
Su estrategia consiste en intensificar la lucha que el Partido Republicano lleva por décadas intentando limitar la participación electoral, destacó al referirse a la actual pelea por la redistribución de distritos, un ejercicio que debe realizarse después del censo de 2030, pero que el presidente Donal Trump pretende adelantar.
Trump convenció al gobernador republicano de Texas, Greg Abbott, de convocar una sesión especial que redefinirá los distritos congresionales cinco años antes del censo con el propósito de que, en los comicios intermedios de 2026, logren cinco escaños adicionales en la Cámara de Representantes.
Los aliados del actual mandatario ahora presionan a otros gobernadores estatales para que reduzcan los escaños demócratas en Florida, Indiana, Carolina del Sur y Misuri.
En una versión del siglo XXI de la Guerra Civil, algunos gobernadores demócratas en estados demócratas, como California, están considerando una respuesta similar, apuntó Common Dreams.
Con el partido oficialista con una ajustada mayoría (219-212) en la Cámara Baja de cara a las elecciones de mitad de mandato del próximo año, Trump tiene motivos “de sobra para entrar en pánico ante lo que le espera en 15 meses”, subrayó.
Históricamente, durante las elecciones intermedias, el partido del presidente pierde escaños en el Congreso. Durante el primer periodo de Trump (2017-2021), los republicanos perdieron 40 escaños en la Cámara Baja en 2018, mientras que, en 2010, los demócratas del entonces presidente Barack Obama vieron diluirse 63.
Las excepciones son escasas. Tras los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, el Partido Republicano del presidente George W. Bush ganó ocho escaños en 2002 en la Cámara de Representantes, pero se le fueron 30 en 2006.
En 1998, los demócratas del presidente William Clinton obtuvieron cinco butacas, pero eso no compensó los 52 que se disiparon en 1994, recordó el material periodístico.
Cada 10 años, el Departamento de Comercio realiza un censo de todo el país. Los datos se utilizan para distribuir la financiación federal y la representación en la Cámara de Representantes, así como para calcular los votos del Colegio Electoral de cada estado.