Ramala, 22 jul.— La municipalidad de la ciudad de Gaza advirtió que la crisis hídrica, provocada por el bloqueo y los ataques israelíes, amenaza hoy la vida de 1,2 millones de personas en la zona.
En un comunicado, las autoridades de la principal urbe del enclave costero denunciaron la interrupción total del suministro por parte de Mekorot, la empresa israelí encargada de distribuir el líquido.
También advirtieron que la escasez de combustible impide operar los pozos aún en funcionamiento, que solo cubren 12 por ciento de las necesidades mínimas del territorio.
Al respecto, acusó al Ejército de destruir 63 pozos en la zona, cuatro embalses y más de 115 mil metros de tuberías de agua, además de dañar la principal planta desalinizadora del norte de la Franja.
Por su parte, el Centro Al Mezan para los Derechos Humanos afirmó que el gobierno de Benjamin Netanyahu utiliza ese recurso como arma de guerra.
Destacó que el 80 por ciento de los activos e instalaciones de agua y saneamiento se ubican ahora dentro de zonas de evacuación.
La Oficina de Prensa del Gobierno en el territorio alertó este mes que las Fuerzas Armadas de ese país desarrollan “una guerra sistemática de sed” mediante la destrucción de la infraestructura hídrica.
Israel utiliza el líquido como arma colectiva para exterminar a la población y privarla de sus derechos más básicos, en flagrante violación de las leyes internacionales, recalcó.
Además, impide la entrada de 12 millones de litros de combustible al mes, necesarios para el funcionamiento de los pozos, las plantas de tratamiento de aguas residuales y vehículos de recolección de residuos, criticó.
A finales del pasado mes, el Organismo de Obras Públicas y Socorro de las Naciones Unidas para los Refugiados de Palestinos en Oriente Medio denunció en Facebook el colapso de los sistemas de suministro del líquido debido a los bombardeos israelíes y la prohibición de importar combustible para su funcionamiento.
La grave sequía que sufre la Franja como consecuencia del bloqueo y los ataques a la infraestructura hidráulica amenaza la vida de más de dos millones de palestinos, advirtió.