El gobierno cubano ha dado inicio este lunes al Tercer Ejercicio Nacional de Prevención y Enfrentamiento al Delito, la Corrupción, Ilegalidades e Indisciplinas Sociales, una iniciativa que busca reforzar el control estatal y la disciplina en diversos sectores de la sociedad.
Esta campaña, dirigida por el Partido Comunista, el Gobierno y el Ministerio del Interior, incluirá acciones integrales en barrios, centros laborales y estudiantiles, así como juicios ejemplarizantes contra casos de corrupción y delitos económicos. Además, se realizarán inspecciones fiscales, auditorías y controles de precios, en un contexto donde la evasión fiscal y la inflación siguen siendo desafíos para la economía cubana.
El presidente Miguel Díaz-Canel ha llamado a evitar la rutina y a enfrentar estos problemas con «creatividad y responsabilidad», buscando superar los resultados del ejercicio anterior. Sin embargo, algunos sectores críticos podrían cuestionar si estas medidas son suficientes para atacar las causas estructurales de la corrupción y las ilegalidades, en medio de una crisis económica prolongada.
No obstante, la efectividad real de estas acciones dependerá de su implementación concreta y de si logran reducir la percepción de impunidad en la población.
Este ejercicio refleja la prioridad del Estado cubano en mantener el orden interno, pero también plantea interrogantes sobre posibles efectos colaterales en pequeños emprendedores y ciudadanos comunes, quienes a menudo recurren al mercado informal para sobrevivir.
#CubaSegura se promueve como un mensaje de estabilidad, pero el verdadero impacto de esta ofensiva solo se podrá medir con el tiempo.