La temporada ciclónica del presente año con incidencia en el archipiélago cubano, ha sido sumamente activa, tal y como se anunciara, para estar, como reza el slogan, preparados y alertas.
Así constata la población cubana que además de la sucesión de eventos meteorológicos de común presencia en esta época del año, se recibieron los efectos de mayor connotación con los ciclones tropicales: Oscar y Rafael; el primero de categoría 1 con azotes severos en el extremo oriental del país y el segundo, de categoría 3 con notables afectaciones en las provincias occidentales. Ya en el mes de julio había pasado la tormenta tropical Beril al sur del oriente cubano con fuertes precipitaciones.
El comentario no es fortuito, sino fruto de una visita reciente al Centro Meteorológico Provincial de Santiago de Cuba, ubicado en Calle 4 esquina 17 No. 451 en el Reparto Vista Alegre, donde se conocieron algunos detalles de la actual temporada, próxima a su cierre, el 30 de noviembre.
En dialogo con Virginia Vinajera Suárez, especialista principal del Grupo de Pronóstico del tiempo, se conoció que se han producido, en suma, 19 organismos tropicales, incluido el denominado Sara, que pasó cerca del territorio nacional.

“El pronóstico del tiempo se confecciona a partir de los datos primarios que se recogen en las estaciones meteorológicas. En la provincia tenemos tres emplazadas en: Contramaestre, la Universidad de Oriente y la Gran Piedra, a través de las cuales se pudo conocer de la gran actividad de esta temporada”.
Ante toda esta situación la oficina mantuvo una estrecha vigilancia sobre todos los organismos que pasan próximos a la región, ya sea directa o indirectamente.
Según aparece en textos confiables, la atmósfera es una capa gaseosa de aproximadamente 10.000 km de espesor que rodea la Litósfera e Hidrósfera y está compuesta de gases y de partículas sólidas y líquidas en suspensión, atraídas por la gravedad terrestre. Es ese el escenario natural donde se producen los fenómenos climáticos y meteorológicos que afectan al planeta, y es donde se regula la entrada y salida de energía, principal medio de transferencia del calor.
La información a la población cubana siempre precisa sobre la ocurrencia de los distintos organismos, pero generalmente no se conocen sus particularidades, de ahí que la experta sobre el tema refirió, de forma simple, las diferentes características.
“La depresión es un ciclón tropical en que el viento medio máximo en superficie es de 62 kilómetros por hora; la vaguada son ondas tropicales con curvaturas ciclónicas máximas en los alisios del Este o vientos ecuatoriales del Oeste y pueden alcanzar su amplitud máxima en la tropósfera media más baja o puede ser la depresión fría de esta. Son fenómenos con abundante nubosidad y precipitaciones.
“A semejanza, la ondonada es una situación atmosférica que aporta mucha lluvia; la tormenta tropical es un ciclón bien organizado en el que el viento medio máximo en superficie (velocidad media en un minuto) es de 63 a 118 Km por hora, y el huracán es de mayor intensidad, o sea de 119 km o más”.
Por eso significó la importancia de mantenerse informado ante el anuncio de cualquier fenómeno atmosférico y cumplir todas las indicaciones de la Defensa Civil.
Lo cierto es que en Cuba la preocupación máxima radica en preservar sobre todo la vida humana y los recursos materiales, por lo que se adoptan medidas para evitar consecuencias lamentables, mas los huracanes siempre ocasionan daños.
Sucede que ante los estragos de tal fenómeno los factores de la sociedad y el pueblo, en su conjunto, se involucran para restañar las afectaciones. El ejemplo más reciente está en todo cuanto se ha hecho y aún se hace en las provincias afectadas al paso de “Oscar” y “Rafael”.
Como se conoce, a pesar de las condiciones de seria escasez, las provincias dañadas han recibido la ayuda material y humana del resto del país, porque los cubanos comparten lo que tienen y siempre se hermanan ante los problemas, propio de su naturaleza humanista y solidaria.
Los días que restan al 30 de noviembre, cierre de la temporada, según las observaciones científicas, no indican la presencia de otro organismo, si no los posibles frentes fríos de la estación invernal, que generan lluvias, por eso vale mantenerse informado.
La Máster María Teresa Álvarez Balanqué, directora del Centro Meteorológico provincial de Santiago de Cuba, expresó, a modo de resumen que el principio básico de esta institución es salvaguardar el bienestar de la población, de ahí el extremo cuidado en la fiabilidad de los estudios y las informaciones oportunas ante el comportamiento de la atmósfera.