Su pasión, son los niños, la historia y la investigación. A ella ha dedicado más de 45 años de su existencia iniciados en la década de los 70 del pasado siglo en la escuela pedagógica, pulida en la organización de pioneros y la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC), y realizada en la docencia frente a los educandos en las aulas.
“Dichosa Yo”, dice la santiaguera Msc Concepción Miranda García, que “un día, después de graduada, me asignaron dentro del trabajo ideológico de la UJC, la tarea de atender las tarjas, monumentos y sitios históricos; fue ahí donde completé mi preparación sobre la importancia de la historia local y vivirla”

Dentro de los profundos cambios que experimenta la enseñanza general en Cuba, ocupa un lugar significativo la enseñanza de la historia, y cada unidad educativa asume la responsabilidad en los “mecanismos auto reguladores según los procesos de cambio que se van sucediendo en la sociedad cubana, donde son inclusivos los organismos e instituciones que actúan en el entorno de la escuela como la entidad más importante de la comunidad”, destaca la especialista y agrega: “los programas incluyen, la flexibilidad en los estilos de dirección, la concepción del currículo institucional de acuerdo a la preparación y protagonismo de los docentes y su interacción con los educandos y las familias”.

Concepción Miranda García insiste en que “la historia significa tradiciones nacionales y del barrio, acercarse y acercar a los educandos a cada suceso revolucionario; significa cultura general”, por eso esta sencilla maestra no para de investigar y cuenta ya con “tres libros digitales ilustrados y varios folletos dirigidos principalmente a los docentes noveles, con bibliografías que les ayuden en su desempeño como educadores, además de compartir con el resto de los docentes interesados y favorecer la formación de una conciencia social en bien del amor y la defensa de la patria desde la escuela primaria”.
La Profe Conchita, como la llaman sus compañeros, considera que este Tercer Perfeccionamiento de la Enseñanza General llega “con maestros y profesores preparados o en ese andar, precedidos de múltiples actividades metodológicas que vienen modelándose desde años anteriores, con el objetivo de enfrentar a profundidad estos cambios que implican tanta responsabilidad, dedicación y amor”.

Con los educandos y educadores de la unidad educativa Carmelo Noa Gil, del consejo popular Vista Alegre-Pastorita-Rajayoga donde ella trabaja, comparte sentimientos especiales. Se emociona cuando a cada momento la consultan ante dudas o reafirmaciones; cuando intercambia con compañeros del claustro que antes fueron sus alumnos; desde aquí recuerda cuando se inició como maestra en las escuelas VanTroi y el centro escolar 26 de Julio, y no se arrepiente de haber llegado a èsta desde fecha tan temprana como el año 1978.