Los desafíos no son pocos, ni nuevos para el sistema de educación en Cuba, tanto en los niveles: primaria, secundaria, pre-universitario, politécnico como en nuestras universidades, un tema latente en todos los centros de la provincia Santiago como en el resto del país.
De antemano se supo que en este nuevo curso repuntó con “la matrícula total de más de 1 800 000 estudiantes, entre los de la enseñanza general y la educación superior”, según trascendió en una de las últimas reuniones con la máxima dirección del país, ahora bien, en el caso de nuestra provincia está la lejanía de una parte de los centros rurales, el estado de los caminos, la previsión de posibles afectaciones por hallarnos en la temporada ciclónica y máxime, el déficit en combustibles, sin añadirle la irresponsabilidad de ciertos “choferes” que desestiman la ayuda a los estudiantes.
Estas son situaciones que vuelven como preocupación a la próxima reunión de rendición de cuenta del delegado ante los electores en determinados lugares, por ejemplo, los alumnos de Versalles, del entronque de Ciudamar y aeropuerto que estudian en centros de la zona Copa Club o en el centro de la ciudad.
Y sabemos bien cuántos esfuerzos realiza la familia santiaguera, en muchos centros laborales y en comunidades para garantizar el curso escolar 2024-25, pero a buena hora, para corregir errores, tendremos la oportunidad del 20 de los corrientes al 15 de noviembre, otro ejercicio de democracia, la rendición de cuenta del delegado a sus electores, porque es en la base donde se decide el desarrollo docente educativo.
Igual preocupa las tallas de los uniformes, porque siempre afloran las “justificaciones” con el bloqueo, pero el derroche no para, y si dudas, mire el tamaño de las prendas de vestir de primaria y secundaria que ni siquiera le sirven a un alumno universitario, ni mucho menos, a la mayoría de los maestros y profesores.
La base material de estudio tuvo su mejor suerte en el nivel primario y peor en algunas disciplinas universitarias, además, todavía existen situaciones con determinadas carreras que demoran más en el inicio del curso por encuentro o a distancia.
El estado constructivo de algunos centros del deporte y de la enseñanza artística, incluso, politécnica preocupa y merece un mayor seguimiento.
Aplausos para las autoridades de la provincia, porque a pesar de no pocas “situaciones”, el curso docente no se detiene en las mil doscientos siete instituciones escolares de la provincia. Valen los esfuerzos para garantizar la merienda escolar, entre otros asuntos.
Hoy, el curso escolar decide su curso con las llamadas alianzas, siempre al calor de la nueva jornada por el aniversario 510 de fundación de la Villa de Santiago de Cuba; los 72 años de la gesta del Moncada; los 86 de la Central de Trabajadores de Cuba, los 66 del triunfo de la Revolución Cubana, y todo, parejo a otras prioridades como la necesaria normalización de los precios, las mejoras en la alimentación y los esfuerzos por avanzar un poco más en las zafras cafetalera y azucarera.
Igual, la felicitación a aquellos colectivos que ya lograron el ciento por ciento de cobertura docente, y al segundo grupo inmerso en su actividad académica en el Tercer Perfeccionamiento del Sistema Educativo cubano.
No se olvide la prioridad “en la dignificación de la educación técnico-profesional, conectando la formación con el empleo y respondiendo a las demandas del desarrollo socioeconómico actual.” Cómo el actual curso escolar aportará en la preparación de los actores y gestores sociales y que ello redunde tanto en la economía como en la solución de no pocas preocupaciones en los servicios.
Muestra de que siempre se puede en el desarrollo y mejoramiento del actual curso escolar 2024-25 en la provincia Santiago de Cuba.
