El 19 de septiembre de 1925 es asesinado el dirigente de los trabajadores ferroviarios Enrique Varona González, en presencia de su esposa e hijas, por esbirros de la tiranía machadista en Morón, en la actual provincia de Ciego de Ávila.
Ante el crimen, Julio Antonio Mella, quien lo conocía, escribió: “Líder magnífico. Gigante de cuerpo y de pensamiento. Tú estabas hecho para la vanguardia del ejército proletario”.
Varona había nacido el 11 de abril de 1888 en Consolación del Norte, provincia de Pinar del Río, y se dedicó al cultivo del tabaco, labor que abandonó por los bajos precios de la hoja. Tuvo otros trabajos, hasta que se establece en Morón donde logra un puesto como maquinista en los ferrocarriles, en 1919. En 1922 sus compañeros lo eligieron presidente de la Unión de Trabajadores y Empleados de los Ferrocarriles del Norte de Cuba.
Mantuvo relaciones de trabajo con Alfredo López, secretario general de la Confederación Nacional Obrera de Cuba (Cnoc), y con la Federación Obrera de La Habana (FOH).