domingo 17 agosto 2025

La finca San Manuel tiene historia de café

A la finca San Manuel llegamos con los primeros rayos del sol. El rocío acompañaba nuestros pasos y en nuestros zapatos había huellas de la lluvia del día anterior. Las imágenes que nos regalaban las montañas parecían fotografías de revistas y el aire fresco de campo prometía una mañana especial.

Llegamos a casa y ya “la negra” nos estaba esperando con ese café que sabe a cubanía, tradición y naturaleza. Cuando llamamos a Jorge Luis, apareció entre los cafetales y se sentó junto a nosotros en un taburete recostado a la pared, dándonos esa típica imagen de hombre de campo.

Captura de pantalla

Y nos fuimos a recorrer su finca de 13 hectáreas de tierra, de las cuales 5 están sembradas de café con granos rojos anunciando que es tiempo de cosecha. Este campesino está vinculado a ese cultivo desde los 16 años, gracias a una tradición que compartió con su padre y le quedó como herencia sagrada.

Captura de pantalla

El día que su papá dejó este mundo, Jorge Luis Cajigal Lao decidió recomenzar y tumbó las plantas de café viejas para sembrar otras nuevas. Inició su propia historia y cada año que pasa los rendimientos productivos son superiores. En esta cosecha el estimado de recolección sobrepasa las 400 latas en esa finca y todo se ha logrado con mucho trabajo, dedicación y amor a la tierra.

Junto al café Jorge Luis también tiene varias hectáreas dedicadas a cultivos varios y anda soñando ocupar las tierras vacías con una siembra de cacao para incursionar en un nuevo producto de futuro.

Captura de pantalla

Pero en la finca San Manuel no están solo las manos de este campesino, junto a él está una gran mujer con la que comparte todas las labores del campo. Dianelis Marcané Casero, “la negra”, ama vivir en ese hogar donde se respira un aire tan puro como su sonrisa. Siembra, atiende cultivos, recolecta los frutos, desgrana maíz o limpia frijoles.

Tiene tiempo para la crianza de animales, el cuidado del hogar y nunca abandona su fogón de leña, aunque tenga otras facilidades con equipos eléctricos. Es feliz en el campo y con la vida que decidieron llevar juntos en esa tierra. Hoy están en plena cosecha cafetalera y ambos se complementan para que en la finca San Manuel se sigan contando historias de café.

Destacadas
Comentarios
Los juristas son, en principio, servidores públicos imprescindibles.
Saludos desde México. La cultura de la previsión así como la calidad en el trabajo ayuda a los pueblos de…
Jornadas de trabajo intenso; en esta cobertura tuve la oportunidad de acercarme a personas revolucionarias y aman y honran la…
Joel @ No todo está perdido
abril 11, 2024 at 1:44 am
Son los jóvenes quienes, en mayoría, llevan el mayor peso del quehacer cotidiano del país. Así ha sido siempre. No…