¿Y los inspectores? ¿Dónde están los inspectores? Me preguntaba cuando escuché el informe sobre la economía, de los nuevos actores y las regulaciones que se llevan a cabo en la provincia, un valioso corte muy actual presentado en el recién finalizado Pleno Extraordinario del Comité del Partido en Santiago de Cuba.
El interés marcado responde ante tantas irregularidades diarias y quejas de la población, precisamente, sobre el papel de los inspectores, quiénes los regulan, por qué un leve control por donde, supuestamente, estuvieron, detecta no pocas anomalías.
Recuerdo sobre este particular, en el inicio de la batalla energética por el ahorro, las constantes sesiones vespertinas desde el Palacio de las Convenciones, presididas por el inolvidable Comandante en Jefe Fidel Castro, cómo precisó la necesidad de un cuerpo real de inspectores para certificar, valer, controlar y atajar cada irregularidad a raíz de los cambios económicos que emprendió entonces Cuba.
Cómo olvidar aquella frase de Fidel cuando dijo de la necesidad de cuerpo de “inspectores, de inspectores de inspectores”, las acciones para disminuir los vicios que lastran la obra bella. En aquella etapa hubo un impulso en este sentido, luego, más reciente recayó y así se disiparon las críticas, sobre todo, en las reuniones de rendición de cuenta.
Hoy, le pregunto a muchos de los nuevos actores económicos sobre el tema y me dicen de una realidad, “se necesita rectificar a fondo, porque el cuerpo de inspectores debe ser más profesional y no es ciento por ciento consciente del papel controlador de este sector de la economía”.
Las quejas van desde la miopía intencionada donde se reciben regalías o favores de otro tipo, de la desactualización en temas legales, incomprensiones, ilógicas y contradicciones en determinados casos, a la hora de pedir ciertas documentaciones, por ejemplo, los vales de garantía de compras en una mipyme, cuando la mayoría de estos nuevos actores económicos, ni posee vale oficial, ni entrega talonario que corrobore una venta de cierto número de cajas de cervezas o de refrescos.
Hoy, la respuesta del gobierno provincial encamina una dinámica operacional in situ, donde se detectan o existen sospechas de irregularidades, y por lo general, se reafirma que sí hubo descontrol por parte de los inspectores que tuvieron que responder ante una situación, por eso, “se han tenido que retirar algunos de su puesto de inspector, otros rectifican, pero en pocos días se hace más fiscalización con menos recursos por la salud de este cuerpo vital”, dijo el Dr. En Ciencias, el joven Alexis Mora Sarmiento, Coordinador del Gobierno Provincial para la lucha contra las ilegalidades, desvíos de recursos, malversación, etc.
No se trata del aumento en número de inspectores o no, cuando urge atajar las distorsiones que promueven quienes creen en la necesidad del caos para la ganancia ilegal; el poder defender cada peldaño ganado; cerrar el paso a la corrupción, a los delitos e indisciplinas sociales, no como un plan más, o una de las tantas convocatorias que luego quedan en meras aspiraciones.
A juicio de Mora Sarmiento “disminuyen los delitos contra la economía provincial”, según el corte informativo presentado ante la máxima dirección política del país en el último pleno extraordinario, pero esto es notable en sentido general, ya que los casos aislados corroboran el descontrol administrativo en determinada entidad y la respuesta ha sido reforzar la guardia obrera, convocar a todos los factores de la comunidad, cruzar el área de acción de cada inspector, -alejado del entorno que ya le resulta muy familiar- hacia otro lejano, pero urge el papel de estos agentes en los ciento veintiséis consejos populares de la provincia Santiago de Cuba.
Del tema, habrá otro reportaje a propósito de la celeridad de las acciones, en aras del repunte positivo de los inspectores estatales en estos tiempos que no necesitan vacilaciones.
