miércoles 20 agosto 2025

Fidel, el laurel más grande los cubanos

No habrá llantos, ni lamentaciones, sino la esperanza multiplicada por todos los espacios con la seguridad de que juntos con dedicación, sabiduría, coraje y dignidad podremos lograr nuestros más preciados empeños.

Este 13 de agosto no habrá ni llantos, ni lamentaciones. Tus hijos queremos abrazarte y agradecer a la vida haberte tenido y aun sentir que corriges nuestros pasos y aprietas las manos para no salirnos del camino.

Llegas a 98 años y sabemos que nunca nos abandonarás y seguirás presidiendo las batallas, para levantarnos, cada día, con el pensamiento limpio de temores y escepticismo, y con la determinación de sofocar los obstáculos.

Padre querido, Goliat sueña aún con la fruta madura, que hoy tratan de conseguir con la guerra económica y mediática, esas artimañas fatídicas, que bien conoces, pero los cubanos no se doblegan ante ningún designio imperial. Solo la Patria es dueña de nuestras conquistas y de los anhelos realizables desde el poder de la unidad.

Aprendimos de ti que “(,,,) la historia ha demostrado que solo de las grandes crisis han salido las grandes soluciones” y esta por la que hoy transitamos no será una excepción.

También nos enseñaste que “(…) el hombre necesita algo más que pan: necesita honra, necesita dignidad, necesita respeto, necesita que se le trate verdaderamente como un ser humano”; ese pan, cual alimentos básicos, que tratan de prohibir a los cubanos, es pretensión marcada del genocida bloqueo para exterminarnos por hambre y hacernos retornar al pasado oprobioso, al que nunca se volverá.

Hay quienes consideran que la vida es una sola y los atrapa el pesimismo, la desconfianza y la falta de fe, pero no fue lo que nos enseñaste, ni lo aprendido de la historia. El ser humano puede cansarse, pero nunca dejarse vencer. Por eso también necesitamos que siempre se mantenga como un sol, usted, nuestro bastión e hidalgo de la esperanza, para no cejar los sueños, con la fortaleza invencible de la obra construida por todos.

Una de las tantas veces nos dijiste: “No hay nada comparable al sentido de la dignidad y del honor, no hay nada comparable al sentido de patriotismo y al orgullo de los hombres y mujeres de un pueblo revolucionario”. Eso somos y como tal juntaremos manos, inteligencia, voluntad y amor, porque ante las dificultades tu pueblo no se rendirá. Nuestra historia es irreversible y nada podrá detener su marcha.

Padre querido, nuestro Comandante en Jefe y líder imperecedero, Fidel Castro Ruz, el más grande laurel de los cubanos, nos enfrentamos a muchos problemas, pero aquí estamos cual amasijo mambí y rebelde para reafirmar la lealtad, que nos ha permitido resistir y crear, y participar en todo cuanto hace el país para salir adelante.

No habrá llantos, ni lamentaciones, sino la esperanza multiplicada por todos los espacios con la seguridad de que juntos con dedicación, sabiduría, coraje y dignidad podremos lograr nuestros más preciados empeños.

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Joel @ No todo está perdido
abril 11, 2024 at 1:44 am
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