Mirada en víspera de una celebración

La población cubana se aproxima a la celebración del aniversario 71 del asalto al cuartel Moncada, hito indiscutible de la obra revolucionaria de este archipiélago.

No será este un momento más para el reconocimiento del despunte histórico definitivo, donde la impronta mambisa y el espíritu redentor rebelde prendieron la llama definitiva hacia la libertad, conquistada seis años después.

El camino no ha sido fácil, tal y como lo anunciara temprano nuestro líder histórico, Fidel Castro Ruz, pero los propósitos siempre estuvieron bien definidos, en razón de garantizar la salud, la educación, la seguridad social y otras muchas necesidades, al amparo de  una sublime justicia de protección a todos por igual, a pesar del constante asecho  del enemigo imperial, que no ha dejado de soñar con la fruta madura.

Han transcurrido seis décadas y media desde el triunfo de la Revolución con un saldo significativo de logros, que podrían exhibir un mayor esplendor, sin el permanente acoso de la maquinaria estadounidense. Tampoco se ha estado exento de errores, que generan los cambios en la construcción de una nueva formación económica social.  

A lo largo del camino muchos han sido los obstáculos, sobre todo por la espada de Damocles, llamada bloqueo, hoy convertida en una guerra económica, acompañada por la intoxicación mediática. Sucede que ante la imposibilidad de sojuzgar al pueblo a sus designios, apelan a todo tipo de embates, más allá de las manipulaciones. Baste el largo rosario de artimañas, centradas en las más de 243 medidas adoptadas por la administración norteamericana en armonía diabólica con la pandemia y la suma inescrupulosa y criminal de ubicar a Cuba en una lista de supuestos países patrocinadores del terrorismo.

No han sido pocas las veces en que se hayan gestado planes de agresiones bélicas contra los cubanos, con la consiguiente desarticulación del vil proyecto. Nada más cínico y cruel contra un pueblo que sufre notables carencias, de hecho ocasionadas por esa nefasta y genocida política.

Un alto funcionario de la Organización de Naciones Unidas, Denis Francis, en visita reciente a Cuba destacó, entre otros aspectos, cuánto ha trabajado el país para promover la paz y la seguridad internacionales, el derecho humano, el derecho de los niños y de las mujeres, y los objetivos del desarrollo sostenible para bien de todos los pueblos.

Así también ha sido un reconocimiento público de la inmensa mayoría de los países, incluso de diferentes ideologías, en ese escenario, donde también, cada año, se exige el fin del bloqueo.

Muchos son los problemas que se enfrentan, sobre todo por las carencias alimentarias, de medicamentos  y de los soportes imprescindibles para el desarrollo de las industrias, nada ajeno a todo cuanto hace la dirección del país, las organizaciones empresariales y todos los que de una forma u otra se involucran conscientemente para encaminar soluciones creativas.

Por eso la celebración de este nuevo aniversario no responderá simplemente a una consigna alegórica, sino al reclamo ferviente de la Patria de que cada hijo demuestre a partir de su conducta consciente la vergüenza, la dignidad, la férrea convicción y el apego leal a la obra construida, y vencer los obstáculos, abrazados a las enseñanzas de Fidel, como se ha logrado en otras circunstancias mucho más difíciles. Cuando las acciones son robustas y la fe es inquebrantable, los sueños se cumplen. 

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Los juristas son, en principio, servidores públicos imprescindibles.
Saludos desde México. La cultura de la previsión así como la calidad en el trabajo ayuda a los pueblos de…
Jornadas de trabajo intenso; en esta cobertura tuve la oportunidad de acercarme a personas revolucionarias y aman y honran la…
Joel @ No todo está perdido
abril 11, 2024 at 1:44 am
Son los jóvenes quienes, en mayoría, llevan el mayor peso del quehacer cotidiano del país. Así ha sido siempre. No…
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