La mujer cubana, cual flor vigorosa y determinante en los logros de la gloriosa obra, marca hoy su estatura en todos los emprendimientos de la sociedad, sin excepción de tareas por difícil que sean. Así se constata en la Empresa de Protección y Seguridad (PROSEG), de la provincia Santiago de Cuba.
Esta entidad estatal, ubicada en Santo Tomás No 406, entre San Germán y San Francisco, en Santiago de Cuba, se encarga de la protección y seguridad de objetivos económicos y sociales priorizados, con un cuerpo de agentes competentes, donde el 41 por ciento son mujeres.
En visita al recinto, Elia Tabares Guevara, directora de la empresa explicó que la actividad consiste en un servicio de vigilancia permanente en objetivos priorizados de interés económico y social. Se alistan: los centros de patrimonio histórico, los bancos, las sedes de los gobiernos provincial y municipal, el Cementerio, almacenes de la zona industrial, la Organización Básica Eléctrica con todas sus dependencia importantes, el Parque San Juan y otras muchas de igual importancia.
Sucede que en todos esos sitios, donde se custodian valores cardinales de la provincia, siempre cuentan con la presencia de la mujer, las que hoy crecidas en su naturaleza y empoderadas de su inteligencia, responsabilidad y elevada comprensión de su rol, devienen verdaderos paradigmas de su género.
El ejercicio de protección y seguridad no es nada improvisado ya que “cuando un objetivo solicita nuestra atención, primero se visita para hacerle un diagnóstico, donde se evalúa la existencia de riesgos facilitadores de perjuicios y hechos delictivos y, a partir de ahí, se diseña el proceder en correspondencia con los principios de nuestra actividad”.
Lo más significativo de PROSEG en esta provincia es la ocupación determinante de la mujer en todos los niveles de dirección y en todo el servicio, a pesar de ser una actividad difícil, peligrosa, sacrificada, que se realiza durante doce horas cada vez, incluyendo el horario nocturno y de madrugada, aunque este último se comparte con un agente.
Actualmente, según informó la directora, la Empresa tiene 66 clientes y 276 objetivos en toda la provincia, que se prestigian con la participación de mujeres, quienes, en paralelo, atienden todos los menesteres de la familia.
Liliam Gómez Bertot reafirma lo dicho con su enjundioso quehacer. Esta mujer de 32 años, primero fue agente y ahora es la subdirectora de PROSEG; tiene tres niños de siete, cinco y un año, responsabilidad que ha sabido conjugar con sus obligaciones laborales.
“Con mucho sacrificio y el apoyo de mi familia he podido cumplir mi papel como madre, agente y cuadro de PROSEG. Este trabajo me ha aportado mucho a mi crecimiento personal, a elevar mi responsabilidad, carácter, autonomía, liderazgo… PROSEG es una escuela.
“Afirmo, con toda sinceridad y convicción, que es un logro especial ser agente en mi condición de mujer, porque nos permite empoderarnos, ser emocionalmente fuertes, estables, útiles y, en específico, muy capaces en nuestra actividad para la seguridad y protección de los bienes del Estado. Siento verdadero orgullo de mi labor”.
La presencia femenina en el ejercicio de seguridad y protección de la provincia prueba el alcance del Programa Nacional para el Adelanto de las Mujeres, donde se potencia el objetivo de promover el avance e igualdad de derechos, oportunidades y posibilidades, respeto y responsabilidad compartida, todo lo cual está refrendado en la Constitución de la República de Cuba.
Y es que la Empresa de Seguridad y Protección de la provincia que, de hecho, tiene una mujer como cuadro líder, demuestra la certeza de la Revolución al justipreciar el valor de esa flor que, no solo anima y aplaude, sino que se involucra en todo el quehacer de la nación para hacer la obra invencible.