La ciudad más caribeña de Cuba abrazó con la identidad que atesora la 42 edición de la Fiesta del Fuego, está vez dedicado a la celebración mexicana de la Vida y la Muerte.
La sala principal del teatro Heredia de la urbe oriental, abrió sus puertas para agasajar con el colorido que distingue al Festival del Caribe; con el fuego de la amistad y la solidaridad que tiende esos puentes de cultura, amor y respeto entre ambas naciones que se retroalimentan en uno de los eventos más esperados en el mes de julio.
Su gala inaugural expuso y selló los históricos lazos de hermandad entre las dos naciones que se encuentran para realzar su valor patrimonial en esta ocasión desde la cultura caribeña.
El investigador Orlando Vergés, director de la Casa del Caribe, destacó la trascendencia de la dedicatoria del evento a una ancestral tradición del vecino país, declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad.
En tanto Miguel Díaz Reynoso, embajador de México en Cuba, agradeció al Comité Organizador del Festival, el espacio que brinda para mostrar las potencialidades académicas, artísticas y literarias de su tierra.
Fue la ocasión para entregarle al periodista Pedro de la Hoz, el Premio Internacional de la Casa del Caribe, por su amplia trayectoria profesional a favor del desarrollo de la cultura cubana.
Música y danza de dos pueblos se fusionaron en una vistosa gala que visualizó las relaciones entre Cuba y México, interpretadas por los Ballet Santiago de Cuba y Folklórico Cutumba, la compañía Old Stard y Los Hombres Carrozas y la solista Zulema Iglesias, entre otros.
*Con información de reporte de Karina Sotomayor Otero para el Canal Cubano de Noticias.