La Empresa Estatal cubana tiene actualmente desafíos que van más allá de su labor de origen, a partir de las necesidades, que demanda el país por las carencias de recursos. Si bien no es un proceder novedoso, es un hecho que merece un espacio de reconocimiento, porque revela emprendimiento, voluntad y solidaridad, propios de nuestro sistema social.
La Empresa Comercializadora de Productos Industriales y de Servicios de Santiago de Cuba, ubicada en la Avenida de los Libertadores, esquina calle 7 No. 428 del Reparto Fomento y conocida como la Empresa Universal, responde a un amplio objeto que pone énfasis en la comercialización de productos industriales, equipos tecnológicos y electrodomésticos, y servicios logísticos. A estos se añaden otros contenidos de carácter secundario con ventas extendidas al comercio minorista de diferentes productos.
Al decir de Natalí Morales Linares, comunicadora de esta entidad, “antes la Empresa comercializaba productos alimenticios y hoy volvemos a insertarlo, además de cumplir un amplio objeto que incluye el destino de productos al Comercio Minorista. Estamos trabajando en el encadenamiento productivo: vendemos la materia prima para la elaboración de determinados artículos y luego nos entregan el producto terminado y lo vendemos a través de dos tiendas: minorista y mayorista, respectivamente, y tenemos una red de 5 almacenes. Servimos de intermediarios con empresas cubanas en la comercialización de bienes de consumo”.
En la multiplicidad de acciones de esta organización empresarial se destaca el trabajo que realiza para garantizar programas importantes de la Revolución, de ahí que, según expresó Andrés Aldana Jay, director general de la Empresa, “para nosotros tiene prioridad garantizar el uniforme escolar, la canastilla para los recién nacidos, los artículos de aseo e higiene para los postrados e incontinentes del tracto urinario, así como para los enfermos crónicos; las cocinas de inducción y hornillas para el ahorro energético, y los materiales de construcción que destinamos al comercio mayorista”.
El director también explicó que como parte de la gestión empresarial, en lo que se refiere a la forma no estatal, o sea con las MIPYMES, los TCP (trabajadores por cuenta propia) y cooperativas, se les venden productos, a través de la tienda mayorista, ubicada en San Antonio entre Reloj y San Agustín, y la Empresa también tiene la posibilidad de vender a instancia minorista con el respaldo del comercio electrónico (Plataforma en Zona, Código QR y el Sistema de Post).
“Un tema muy sensible, en el que estamos involucrados, es la comercialización y distribución del aseo de la canasta básica, lo que presenta serias dificultades porque la Empresa Suchel, entidad productora, no cuenta con la materia prima necesaria para sus producciones y sabemos que eso se llama bloqueo. En mayo debíamos recibir 125 toneladas de jabón y recibimos 50, por tanto la distribución solo llegó a los municipios y a un distrito de Santiago de Cuba, y no se conoce cuando lo recibirá el resto de la población. Es realmente serio y alguna solución habrá”.
Para una empresa como la Universal de probada responsabilidad y prestigio el desafío es mucho mayor, no solo por su amplio objeto, sino por su constante batallar para paliar las dificultades, satisfacer necesidades de la población y poner corazón e ingenio en todo cuanto se hace.