Tomado de Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires
La Inteligencia Artificial (IA) parecía cosa de películas como The Matrix hasta que ha llegado a nuestras vidas. Algunos dicen que 2023 será el año de la IA. Desde que en 2015 un robot chino produjera una noticia de 916 palabras en 60 segundos, parte del gremio ha calificado su desarrollo como “mala noticia” pues ha desplazado periodistas. Otros la llaman el salvavidas de la profesión.
En mi opinión la IA no suplantará la capacidad de análisis de los periodistas, pero es la nueva revolución del periodismo en tanto es una facilitadora de los procesos creativos.
En la carrera de ganarse los públicos, Chat GPT pareciera tener la delantera con el récord de ser la aplicación de consumo más rápido de la historia. Si se le pregunta a la herramienta, como me sugirió la periodista y escritora María de Jesús, ella misma ofrece las pistas de como pudiera usarse por el periodismo. Chat Gpt expresa que los periodistas la pueden usar como fuente de información, para generar ideas, para la traducción y transcripción y para la elaborar síntesis y resúmenes. O sea, un mundo de oportunidades
Sin embargo, tiene varios retos por delante como el de la ética. A pesar de que la UNESCO estableció un marco regulatorio es aún insuficiente. La IA no tiene capacidad de juzgar la información. Es un trabajo que realizan manualmente trabajadores del sur del mundo mal pagados. Además la plataforma tiene déficit en el uso del español literario, y hay asuntos de los que “no tiene información específica” como el bloqueo estadounidense a Cuba, pero sin embargo le hacen limitar el acceso desde la Isla a la misma.
