El dos de julio de 1949 fue inaugurada en Santiago de Cuba la Prisión Provincial de Oriente, conocida como cárcel de Boniato y concebida solo para almacenar hombres, donde cuatro años después encarcelaron a Fidel Castro Ruz y asaltantes del cuartel Moncada.
En su revelador alegato la Historia me absolverá, el propio Fidel relató que tras el ataque a la instalación castrense, el 26 de julio de 1953, el teniente Pedro Manuel Sarría Tartabull sorprendió dormido a un grupo de combatientes cuando trataban de alcanzar la Sierra Maestra.
Sarría Tartabull salvó la vida de Fidel en tres ocasiones, después de que la matanza de prisioneros había cesado por la reacción de la ciudadanía y desde el Vivac los condujeron a la cárcel de Boniato.
Este último es un pintoresco poblado montañoso, localizado aproximadamente a seis kilómetros al noroeste de la ciudad de Santiago de Cuba y la historia de sus calabozos la cuenta el periodista santiaguero Alfredo Triay Colomé en su libro Tras los barrotes de Boniato.
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Su volumen lo imprimió este año la Editorial Capitán San Luis, del Ministerio del Interior, según el cual, en sus mazmorras ingresaron 51 personas entre participantes, combatientes e involucrados en las acciones del Moncada y el cuartel Carlos Manuel de Céspedes, en Bayamo, actual provincia de Granma,
Triay Colomé narró que a Fidel lo mantuvieron aislado en una segunda celda, en la primera planta del pabellón no 1, por 77 días, incomunicado de sus compañeros de lucha, pero aun así sus ideas revolucionarias prevalecieron en todo momento.
Ejemplificó con una de las cosas más atrevidas y audaces del joven abogado:
…decidí declararme en huelga de hambre, y lo hice sin garantías constitucionales, sin prensa, sin noticias y sin nada. Era un desafío, un acto de rebeldía, y como una especie de presión moral, porque, además, no era una huelga pasiva, callada.
Llamó la atención de que esa incomunicación relativa le permitió prepararse para el juicio contra ellos, que se inició el 21 de septiembre de 1953, precisó al citar a Katiuska Blanco: Fidel Castro Ruz. Guerrillero del tiempo. Conversaciones con el líder histórico de la Revolución cubana.
Francis Velázquez Fuentes, investigador histórico, es el autor del prólogo del texto de Triay Colomé, sobre el que estimó que su tema central es un viejo centro penitenciario construido y activado como tal a fines de la década de los años 50 del siglo XX: la Cárcel Provincial de Oriente.
Recordó que en sus galeras llegó a concentrar, en cautiverio, a una amplia población penal que registró un dramático historial de hechos sangrientos, incontrolados por la dirección, los funcionarios y sus fuerzas de seguridad, algo que poco o muy poco importaba a aquellos gobiernos corruptos.
Autor Lino Luben Pérez
