Contramaestre, Santiago de Cuba, 13 nov.— La rendición de cuenta del delegado a sus electores en Contramaestre ha comenzado con un marcado contenido patriótico y revolucionario.
Se trata de una respuesta popular coherente con el difícil período matizado por la pandemia y el recrudecimiento de la guerra económica del gobierno de los Estaos Unidos.
Por la circunscripción número 48 “La Pista” del Consejo Popular Baire, la delegada Eloida Hidalgo Gutiérrez, comenzó este proceso, parte esencial del funcionamiento de los Órganos Locales del Poder Popular en Cuba.
Esta fue una de las primeras asambleas de este tipo que desarrolla el municipio de Contramaestre, como parte del encuentro del delegado con sus electores para resumir su trabajo en el período y debatir los acuciantes problemas que afectan a la comunidad.
A la cita acudió una numerosa representación de los vecinos de la demarcación y estuvieron presentes las máximas autoridades del municipio, así como el miembro del Buró del Partido en la provincia Santiago de Cuba Jorge Luis Díaz Velázquez, el Vice-Gobernador Manuel Falcón Hernández y William Hernández Morales, Coordinador de Programas y Objetivos del Gobierno Provincial.
Un diálogo directo, sin cortapisas y con un sólido contenido de unidad matizó el encuentro. Los vecinos reconocieron la labor de la delegada en un contexto muy complejo de pandemia y crisis económica.
Hablaron de los resultados en la atención a quienes padecieron de Covid-19, la protección de personas y familias vulnerables y del desvelo de su delegada ante los problemas que aquejan su comunidad.
Los electores de “La Pista” en Baire ratificaron el carácter socialista de la sociedad cubana, lo imperioso de defender las conquistas de la Revolución en medio de campañas y agresiones y sobre todo consolidar la unidad de los cubanos.
El municipio de Contramaestre deberá desarrollar 683 reuniones de rendición de cuenta en sus trece consejos populares, encuentros en los que será el pueblo quien deberá definir cuáles son las prioridades en la estrategia de reanimación de barrios y comunidades, pues será la propia fuerza popular la que deberá acometer las transformaciones que se necesitan hacia el desarrollo y el progreso de la sociedad cubana.