Santiago de Cuba, 10 dic.— Cada 10 de Diciembre se celebra el Día de los Derechos Humanos conmemorando la proclamación por la Organización de Naciones Unidas (ONU) de una declaración universal que recoge elementos básicos y de carácter común para todos los pueblos y naciones.
Entre los postulados de esta declaración se encuentran el derecho a la vida, la no discriminación por sexos, razas o credos, ninguna esclavitud, el comportamiento fraternal entre los seres humanos en todas partes, el reconocimiento de personalidad jurídica de las personas y de una nacionalidad, eliminación de torturas, penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes, remuneración equitativa y satisfactoria de toda persona que trabaje además de promover el desarrollo de relaciones amistosas entre las naciones.
Aunque la declaración se consideró un “ideal común por el que todos los pueblos y naciones deben esforzarse” a fin de asegurar, por medidas progresivas de carácter nacional e internacional, su reconocimiento y aplicación universales y efectivos a 72 años del trascendente acontecimiento es apreciable que no en todos los lugares se ha respetado aquella voluntad que pretendía mitigar los efectos que la segunda guerra mundial había dejado en el planeta.
Cuba por su parte se ha erigido como defensor de los derechos humanos lo que le ha posibilitado pertenecer a este Consejo en las Naciones Unidas, sin dudas un reconocimiento a las garantías que poseen los ciudadanos de la isla apreciables en el respeto a sus derechos, la disposición por parte del gobierno revolucionario del dialogo e intercambio respetuoso con otras naciones así como el cumplimiento de compromisos y obligaciones de tratados internacionales.
La prioridad de la construcción de una sociedad cada vez más justa donde prima el bienestar del ser humano y la justicia social que ha llevado a la mayor de Las Antillas a ser ejemplo, exhibe una esperanza de vida superior a los más de 70 años, educación y salud gratuitas, protección de los niños, y participación activa de los cubanos en el perfeccionamiento de la sociedad, confirmación plausible ante un contexto internacional complejo donde muchos parecen haber olvidado incluso que significan los derechos humanos.