Santiago de Cuba, 6 oct.— Los innovadores del Laboratorio Farmacéutico Oriente, de esta ciudad, son decisivos para mantener funcionando el equipamiento de esa industria, con años de explotación, y entregar una amplia gama de medicamentos, algunos que aseguran la supervivencia de pacientes con patologías como la insuficiencia renal crónica.
En exclusivas a la Agencia Cubana de Noticias, la Master en Ciencias, Yunely Rodríguez Aguilera, representante de la Anir y jefa de equipo de la línea de vendas enyesadas, explicó que a la obsolescencia tecnológica y las limitaciones materiales y financieras por el bloqueo de los Estados Unidos a la Isla, se añade la Covid-19, obstáculo para la adquisición de materias primas y otros recursos en el exterior.
En medio de ese complejo panorama, hay que seguir produciendo medicamentos y los aniristas dan el paso al frente, por el sentido de pertenencia que tienen, sobre todo por la situación epidemiológica ocasionada por el nuevo coronavirus, aseguró.
Muestra de esa disposición, señaló, ocurre a diario en cada máquina que se detiene y, por ejemplo, en la línea de vendas enyesadas existe un déficit de piezas de repuesto, siendo los únicos en el país que entregan ese renglón para las unidades hospitalarias.
El Laboratorio Farmacéutico Oriente fabrica en sus dos plantas comprimidos orales y polvos, entre esos dipirona, naproxeno y sales de rehidratación oral, en este caso de alcance nacional, detalló.
Debido a que no cubre la demanda por la capacidad instalada, dijo, ahora se construye una nueva línea para sustituir importaciones.
Otros renglones de esta industria son las soluciones parenterales (sueros) como el cloruro de sodio y la dextrosa, y soluciones concentradas para hemodiálisis, demandadas en pacientes nefróticos, señaló Yunely Rodríguez.
Aunque estas últimas se distribuyen como norma a las provincias del oriente y centro del país, actualmente lo hacen a todo el territorio.
En cuanto a los fármacos de origen natural, mencionó las tabletas lecitina de soya, viprol, anamú, moringa y otras, destacando el rol de la anirista Marta Zoe Lemus, autora principal y que junto a un equipo de especialistas del área de investigaciones se siente comprometida con este colectivo, al cual ha dedicado muchos años de trabajo y su talento creador.
Este centro cuenta con unos 107 innovadores y racionalizadores con vasta experiencia en la búsqueda de soluciones y puesta en práctica de inventivas.
La asociación que agrupa a esa fuerza creadora fue constituida el ocho de octubre de 1976, alentada por el pensamiento del Comandante Ernesto Che Guevara.
En ese ámbito se celebra una jornada durante todo el mes, para reconocer a hombres y mujeres que aportan a todos los sectores de la vida económica y social. (Marlene Montoya Maza)
