Santiago de Cuba, 28 sep.— “Los Comités de Defensa de la Revolución (CDR) constituyen una fragua del espíritu combativo de los cubanos, la primera escuela revolucionaria para muchos de los fundadores que hoy peinamos canas, pero mantenemos la misma energía e ímpetu de aquellos días de septiembre de 1960”.
Así piensan los santiagueros José Cuevas Veranes y Ramón Acosta Fornaris, quienes tienen el honor de ser fundadores de una organización que hizo en cada cuadra un comité y en cada barrio Revolución, para favorecer la salvaguarda de Cuba y propiciar su avance desde tareas de apoyo a la economía y otras tan vitales como la vigilancia y tan humanas como las donaciones de sangre.
Para Cuevas Veranes la masiva organización creada por el Comandante en Jefe Fidel Castro, el 28 de septiembre de 1960, conserva el espíritu del primer día y la madurez de los años para defender las conquistas de la nación, en tiempos de recrudecimiento del genocida bloqueo económico, comercial y financiero de los Estados Unidos contra la isla.
Ante cada pretensión de desestabilización, acciones y medidas ilegales contra Cuba, violatorias de la soberanía y orquestada por la administración de Donald Trump para destruir la Revolución, el pueblo nucleado en los CDR conserva la unidad y resiste, con la frente en alto y sin vulnerar un solo principio, subraya.
“Desde que Fidel llamó a formarlos estoy en vigilia permanente cuidando la Patria como la niña de mis ojos”, confiesa quien fue miembro del secretariado provincial en Santiago de Cuba por muchos años, con una apasionada capacidad para defender la Revolución en cualquier tribuna.
Acosta Fornaris recuerda que con apenas 18 años asumió la presidencia de su CDR en un barrio céntrico de la ciudad de Santiago de Cuba, de lo que está muy orgulloso porque eran tiempos convulsos, definitorios y también de mucha efervescencia patriótica, cuando era decisivo respaldar el proceso y dar ese paso.
Asegura que hoy los villanos propósitos del Gobierno estadounidense con respecto a Cuba se estrellarán ante la fortaleza de la Revolución y la resistencia, el coraje y la dignidad demostrados en disímiles ocasiones y circunstancias, en las que se ha puesto de manifiesto que a este pueblo hay que respetarlo, que con él no se juega.
Muy apegados a la vida nacional, dice, las tareas cumplidas por la organización han variado en estos años de fructífero quehacer, de acuerdo con el momento que vive el país, pero se ha mantenido incólume la fidelidad y el compromiso de apoyo total al proceso revolucionario, revitalizado en el aniversario 60 de los CDR que celebramos hoy desde casa, en familia, por causa de la COVID-19.
Estos santiagueros atesoran un protagonismo activo en la sociedad, pues también tuvieron el privilegio de ser brigadistas Conrado Benítez, cuando siendo muy jóvenes participaron en la hazaña por la educación y la cultura que representó la Campaña Nacional de Alfabetización.
Ramón alfabetizó en la primera columna especial de combate de Oriente, donde muchos a quienes enseñó las primeras letras se siguieron superando y devinieron oficiales de las Fuerzas Armadas Revolucionarias, mientras José llevó la luz del saber a campesinos de Baracoa, con su vocación de los maestro formados en la antigua Escuela Normal de Santiago de Cuba, junto a Frank País y a Pepito Tey.
Cuevas Veranes está desde 1987 al frente de la Asociación Nacional del Ciego (ANCI) en el territorio santiaguero e integra el secretariado ejecutivo nacional, organización a la que llegó después de cinco operaciones y quedar ciego por glaucoma, muestra de que le ha declarado la guerra a la adversidad.
Igual se la ha declarado Acosta Fornaris, el cual después de haber trabajado por muchos años en diversos sectores como contador tuvo que jubilarse tempranamente por una miopía degenerativa, pero desde la ANCI continúa siendo útil en una sociedad que lo tiene en cuenta y da riendas sueltas a una pasión nacida por los CDR.
