Washington, 20 nov.— El trabajo de las agencias federales estadounidenses es insuficiente para proteger a los animales incluidos en la lista de especies de peligro de extinción de las amenazas del cambio climático, advirtió hoy un estudio.
Para realizar la investigación, cuyos resultados fueron publicados en la revista Nature Climate Change, los autores examinaron las 459 especies de animales en peligro de extinción del país para evaluar su sensibilidad al cambio climático, su capacidad de supervivencia y los planes federales para protegerlas.
Ese trabajo arrojó que el 99,8 por ciento de las especies son sensibles a uno o más de los factores que les harían difícil adaptarse al calentamiento global, pero las agencias consideran el cambio climático como una amenaza para solo el 64 por ciento de las especies y planifican acciones de manejo para solo un 18 por ciento.
Nuestro estudio demuestra que si bien el cambio climático es una amenaza apremiante para los animales en peligro, las agencias que manejan especies protegidas por parte del gobierno federal no han prestado suficiente atención a este peligro, manifestó la autora principal, Aimee Delach, analista principal de políticas de la organización Defenders of Wildlife.
Según la legislación del país, el Servicio de Pesca y Vida Silvestre y el Servicio Nacional de Pesca Marina deben presentar planes para salvar las especies incluidas en la lista de las que están en peligro de extinción.
Aunque la ley sobre el tema no menciona el calentamiento global, estas agencias lo han reconocido explícitamente como una amenaza desde 2007 y lo tienen en cuenta, pero solo en algunos casos.
Según Delach, además de que los planes existentes en la actualidad son inadecuados para abarcar todas las especies, los recientes cambios de políticas adoptados por la administración de Donald Trump han hecho que sea aún más fácil ignorar el cambio climático.
Astrid Caldas, coautora del estudio, dijo al diario británico The Guardian que si bien las agencias han enumerado cada vez más el cambio climático como una amenaza creciente para las especies cuya supervivencia ya es precaria, muchas de esas entidades no han traducido esta preocupación en acciones tangibles.
