Santiago de Cuba, 10 jul.— El programa de desarrollo de la agricultura en la provincia de Santiago de Cuba pronostica altos volúmenes productivos en un corto periodo de tiempo. Las inversiones en renglones exportables como la miel y el café unido al compromiso de las empresas productoras exteriorizan el interés de avanzar para garantizar la alimentación del pueblo.
Santiago de Cuba, 9 jul,.- El desarrollo de renglones exportables tiene un importante aliado en el sector agroindustrial. Santiago de Cuba mira con buenos ojos sus inversiones para aportar ganancias al país y sustituir importaciones.
Wilmer Guevara Frómeta, Delegado de la Agricultura en la provincia señaló que las inversiones están direccionadas hacia el procesamiento industrial de pienso (cuya ejecución culminará en el 2020) y la fábrica de granos, esta última localizada en el municipio Contramaestre -la cual debe quedar lista a entre los meses de agosto y septiembre del presente año, con el propósito de procesar 120 toneladas diarias-.
El especialista puntualizó que igualmente se ejecutan inversiones para el desarrollo de la siembra, cultivo y procesamiento del café en el principal polo productivo del país, el municipio Tercer Frente, al tiempo que se realizan construcciones y reparaciones de los secaderos, así como de los campamentos para la fuerza que trabaja en la montaña.
La planta de mini dosis de miel y cera en el municipio de Contramaestre y los silos de Yarayó se unen al interés por diversificar la producción de alimentos. La convocatoria es a poner las manos en la tierra para sacar sus bondades en un corto periodo.
Tenemos que garantizar 30 lb per cápita como plan y hoy la provincia está al 22, 2 lb. La tendencia es crecer y producir cinco kg de carne por personas –aunque este renglón no tiene el mismo avance -.
“El incremento se debe notar en los meses de julio y agosto. Es nuestra tarea”, puntualizó Guevara Frómeta, al tiempo destacó que “están garantizando una buena contratación y la realización del gratificado en la cadena del acopio para que la población tenga cada día mayor alcance a los productos”.
En todos los procesos estamos trabajando para lograr un mejor encadenamiento –dijo además- mientras mantienen el compromiso de trabajar por mejores resultados porque de ese gran esfuerzo depende la alimentación del pueblo santiaguero.
Actualmente más de 4 700 hectáreas de diez cultivos de ciclo corto están sembradas, mientras se superan las cifras pactadas para las hortalizas, calabaza y yuca, al tiempo que se aprovechan las cosechas de frutas para el acopio y posterior procesamiento industrial.