Santiago de Cuba, 22 may.— La actividad físico deportiva recreativa desde tiempos remotos resulta parte de las necesidades de la especie humana, la misma se proyecta de diferentes maneras, transformándose cada vez más en una forma organizada y aglutinadora de las clases sociales.
Santiago de Cuba por ejemplo, se mantiene a la vanguardia en la práctica del deporte y la cultura física, gracias al empeño de los profesores y entrenadores del INDER, quienes llegan a cada comunidad con un objetivo fundamental: el cuidado del individuo.
En ese sentido los integrantes del movimiento deportivo indómito, duplican sus esfuerzos en cada localidad del territorio para garantizar una generación sana a través de la actividad física.
Así se pone de manifiesto en los más de 40 gimnasios biosaludables que tiene la provincia Santiago de Cuba, sitios donde acuden de lunes a viernes alrededor de 14 mil personas las que de manera sistemática y gratuita asisten a esos lugares, sobre todo en los horarios de seis y 10 de la mañana y pasadas las cinco de la tarde.
Estas acciones las practican todos los grupos etáreos, incluidas las personas de la tercera edad con un tratamiento especial en el cual se les orienta qué instrumentos utilizar. Los practicantes son asesorados por un especialista que permanece a tiempo completo en cada gimnasio biosaludable para orientar y dosificar lo requerido por cada usuario.
Los nuevos hábitos de vida, caracterizados por el poco tiempo disponible para el disfrute personal y las interminables jornadas laborables marcadas por el estrés, provocan que las personas realicen cada vez menos actividad física, sobre todo los adultos, por ello se recomienda que sean activos, única manera de asegurar que al llegar a edades mayores tengan más disposición al trabajo y menor dependencia de quienes los rodean.
En la actualidad, la inactividad se considera el segundo factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares después del colesterol, ante esta realidad la dirección de deportes en la Provincia garantiza para la población espacios que ayudan a relajar el cuerpo y el alma.
Lo más importante es que los clientes que acudan a los gimnasios biosaludables se sientan satisfechos del servicio que reciben, un servicio que más allá de mejorar la estética de nuestro cuerpo, persigue el empeño de poner vida a nuestros años. (Yordanis Blanco Calderin)
