Naciones Unidas, 27 ene.—El llamado al diálogo y la negociación en Venezuela destaca hoy entre los resultados positivos que dejó la reunión realizada en el Consejo de Seguridad de la ONU, bajo la presión de Estados Unidos.
La delegación norteña ante el organismo multilateral convocó la sesión de la víspera para recabar apoyo en su arremetida contra el Gobierno legítimo de Caracas, al que desconocen en la actualidad.
Si bien este llamado fue secundado por los países de la Unión Europa y varias naciones latinoamericanas, buena parte de las intervenciones en el debate abierto respaldaron el camino del diálogo y la no injerencia.
El secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, cree que solo Rusia, China, Cuba, Siria e Irán apoyan a Venezuela, pero si se queda un poco más podrá ver cuántos rechazan el cambio de régimen y las injerencias políticas, dijo el embajador ruso Vassily Nebenzia en la reunión.
Como era de esperar, Pompeo abandonó el salón pocos minutos después de lanzar sus amenazas y acusaciones contra el Gobierno legítimo de Venezuela, y no siguió las numerosas intervenciones que abogaban por una solución negociada.
Junto con Rusia, las delegaciones de China, Sudáfrica y Guinea Ecuatorial -miembros del Consejo- coincidieron en que Venezuela no es una amenaza a la paz.
Según destacó la representación de Sudáfrica, el Consejo de Seguridad no debe ser un instrumento que valide cambios inconstitucionales, señaló con respecto a la petición de Pompeo de reconocer la automproclamación de Juan Guaidó, titular de un parlamento en desacato, como mandatario venezolano.
Frente al apego de Brasil, Argentina, Perú ,Chile, Panamá, Honduras, Colombia, Guatemala, Paraguay, Ecuador y Costa Rica de las demandas norteñas, las representaciones de México, Uruguay, Cuba, Bolivia, Nicaragua, El Salvador y la mayoría de las islas del Caribe se negaron a reconocer a un presidente que no fue electo, y apostaron por una negociación inclusiva.
El Consejo de Seguridad está dividido con respecto al tema venezolano, resaltaron fuentes diplomáticas, pero otros países miembros de la ONU utilizaron el debate abierto en esta instancia para oponerse a la injerencia y el intervencionismo impulsado por Washington.
También recordaron los golpes de Estado y las dictaduras promovidas y financiadas por Estados Unidos en América Latina, territorio al que ve como su ‘patio trasero’, de acuerdo con la Doctrina Monroe que defiende el actual jefe de la Casa Blanca, Donald Trump.
El canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, afirmó que el Consejo de Seguridad de la ONU debería juzgar a Estados Unidos por la injerencia permanente promovida en su país y toda América Latina.
Durante la Asamblea General de la ONU, en septiembre del año anterior, Trump anunció que podría hacer uso de la fuerza contra Venezuela.
Cómo es posible que un mandatario que amenazó con el uso militar de la fuerza no haya sido cuestionado por las instancias del multilateralismo en el mundo?, cuestionó el jefe de la diplomacia venezolana.
Por el contrario, señaló, se pretende sentar a Venezuela en el banquillo de los acusados.
Mientras el secretario general de la ONU, António Guterres, insiste en la necesidad de reducir las tensiones y facilitar el diálogo en Venezuela, Pompeo fue al Consejo de Seguridad para pedir que se desconozca al presidente Nicolás Maduro, que resultó electo por gran mayoría.
