Santiago de Cuba, 29 abr.— Después de dos años de no poder celebrar como es tradicional en Cuba el 1 de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores, en esta oportunidad se volverán a llenar las plazas, es un vaticinio que sin dudas nos complace hondamente por el esfuerzo que se ha realizado a favor de la vida en primer lugar y también por la soberanía de un país que contra viento y marea como dice el lema central «Vive y Trabaja».
En los hogares y centros laborales y de estudios se preparan las condiciones para asistir a una jornada histórica después de haber sido azotados fuertemente por la pandemia de la Covid-19 y ser testigos del recrudecimiento del bloqueo, una crisis económica mundial y su impacto en cada uno de nosotros.
Carteles con consignas, iniciativas sindicales, puntualización de la asistencia temprana en cada plaza, ajustes de turnos y horarios en los centros de producción continua, banderas y pancartas ya engalanan los espacios laborales y domésticos. Es un privilegio del que somos aventajados protagonistas los cubanos donde asistir a festejar la efemérides del proletariado es un gran festín que impulsa tareas, confirma compromisos y posibilita el intercambio amistoso en un jolgorio obrero.
Los representantes de la Central de Trabajadores en Santiago de Cuba han confirmado que alrededor de 650 mil trabajadores y su familias dirán presente en la plaza y que el primer bloque sindical será el perteneciente a la salud como reconocimiento a su desempeño durante el enfrentamiento a la pandemia, corroborando las palabras recientes del Presidente Miguel Díaz-Canel en su convocatoria al desfile cuando expresó «Por el heroísmo de la resistencia y el inspirador triunfo de la creatividad colectiva, por las vacunas y los vacunados». Allí estaremos.